I N T R O D U C C I Ó N II

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Los Pérez, somos una familia humilde que vive en un piso de la zona de Vallecas. No nos sobra el dinero, pero tampoco nos podemos quejar ya que nunca nos ha faltado de nada, tenemos un techo en el que dormir, comida sobre la mesa y lo necesario para permitirnos algún que otro capricho.

Mis padres, Isabel y Manuel han trabajado toda su vida. Mi padre es propietario de un bar que tiene por nombre "Bar Pérez", sí, mi padre es muy original, ya lo sé. Y mi madre trabaja como secretaria en una oficina, lo de llevar un bar no es su estilo, aunque siempre que puede ayuda a mi padre.

Mi hermano Hugo, seis años mayor que yo, siempre ha sido un gran ejemplo para mí y gracias a su apoyo he llegado a conseguir lo que estoy logrando. Siempre le ha gustado jugar al fútbol, pero nunca ha sido su principal preocupación, tan solo juega por divertirse. Actualmente, está estudiando su último año de Universidad para sacarse un doble grado de Fisoterapia y Nutrición. Como todos los hermanos, discutimos, pero Hugo es la persona que siempre ha confiado en mí y siempre le estaré agradecida por ello. Haría lo imposible por verle feliz y sé que él haría lo mismo por mí.

Y yo, Lydia, la pequeña de la familia. Con 17 años estoy terminando primero de bachillerato, pero sin dejar de lado mi gran pasión por el fútbol. Estudio porque desde bien pequeña mis padres me han enseñado que es lo más importante para conseguir un buen trabajo en un futuro. Nunca se me han dado mal los estudios, todo lo contrario, siempre he sacado buenísimas notas, de notables y sobresalientes. Aunque me gustaría dedicarme por completo al fútbol, tengo que compaginar mis estudios con mi pasión, por desgracia, vivir tan solo de este deporte para una mujer aún es complicado.

12 de julio de 2020 🗓

La temporada 19/20 no la olvidaré nunca. Aunque no conseguimos un gran puesto en La Liga Iberdrola, quedando a mitad de tabla, octavas de dieciséis equipos, disfruté cada minuto que tuve la oportunidad de jugar, midiendome con la élite del fútbol femenino y con grandes equipos.

Estaba muy contenta con el trabajo que había realizado. A pesar de ser mi primer año como profesional, muchas jugadoras, entrenadores, aficionados y equipos habían elogiado mi forma de jugar, diciendo que con tan solo 18 años cumplidos este mismo año, era la "Busquets" del fútbol femenino.

Cuando terminó la temporada, pasé unas merecidas vacaciones de verano, aprovechando cada segundo con mi familia y amigos. Descansando pero sin dejar de entrenar, pensando en lo que me deparará el futuro.

El mercado de fichajes en el cual los clubes refuerzan sus plantillas estaba que hechaba humo este mismo año, y de todos los nombres que aparecían, el mío estaba en boca de todos. Muchos decían que mi salida del Rayo Vallecano era inminente. Algunos decían que iría al Tacón, futuro Real Madrid, otros al Atlético de Madrid, incluso había personas seguras de que viajaría al extranjero. Lo cierto es que yo aún tenía contrato con el Rayo, el club que había confiado en mi y me lo había dado todo, pero todos opinaban que este se me quedaba pequeño, y que necesitaba dar un pasito hacia delante.

Había recibido muchas ofertas para abandonar mi club y empezar una nueva etapa en mi vida, pero para una chica de 17 años no es una decisión fácil. Sabía que era el momento de irme del Rayo, y mi mayor preferencia dentro de mis posibilidades, era la de incorporarme al Atlético de Madrid, club grande que había conseguido grandes cosas y que además estaba en mí misma ciudad.

Cuando parecía que mi fichaje estaba hecho por el Atleti, recibí una llamada que cambió el rumbo de todos mis planes. Aún no tenía representante, por lo que todas las llamadas las recibían mis padres.

Era domingo del mes de julio, ya habíamos cenado y nos disponíamos a ver una película en familia, cuando el móvil de mi padre empezó a sonar, se trataba de un número desconocido. Este lo descolgó y comenzó la conversación que decidiría mi futuro.

- ¿Si, dígame? - Contestó mi padre.

-¿Es usted Manuel Pérez, verdad? El padre de Lydia Pérez, jugadora del Rayo Vallecano. - Comenzó a hablar una voz desconocida.

Tras la formulación de estas palabras, mi padre decidió poner su móvil en altavoz y mi madre, mi hermano y yo nos interesamos en la conversación.

- Si, soy yo, ¿Quien es? - Preguntó.

- Mi nombre es Luis Cortés...

Cuando el hombre pronunció esas palabras, pegué un grito de alegría, sabía perfectamente de quien se trataba, y por la reacción de mi familia, estaban pensando lo mismo que yo.

...entrenador del pimer equipo femenino del FC Barcelona.     - Continuó presentándose - Llevamos un tiempo siguiendo la trayectoria futbolística de su hija, y llamo para comunicarle que nos gustaría hacer una buena oferta, tanto a su club actual como a ella misma para que esta temporada, la 20/21, juegue con nuestro club, estaríamos muy interesados en su fichaje. - Finalizó.

No me podía creer lo que estaba pasando, el club de mis sueños estaba contactando conmigo, haciéndome una oferta para fichar por él. Sentí como mi hermano mayor, que esta sentado a mi derecha, me abrazó tan fuerte que casi me deja sin respiración, en su cara como en la de mis padres, había dibujada una enorme  sonrisa repleta de felicidad. Mi padre, que estaba asimilando todo lo que estaba pasando, respondió lo más serio y tranquilo posible, aunque por dentro estaba a punto de estallar de la emoción.

- Sí, por supuesto que mi hija estaría dispuesta a una negociación con ustedes, pero antes deberíamos comunicárselo a su club actual y ver que opinan ellos tambien. - Dijo como si fuese un profesional en esto y haciendo patente el respeto y amor que le tenemos al club Vallecano.

- Claro, al saber que la jugadora estaría interesada en nuestra oferta, le propondremos otra a su club actual. Estaremos en contacto. Un cordial saludo y buenas noches.

Dejó a mi padre con la palabra en la boca ya que no había dejado las cosas muy claras y no entendíamos muy bien lo que acababa de  pasar. Al final, llegamos a la conclusión de que todo esto tan solo había sido una broma pesada.

Tú 🖤 | Pedri González Donde viven las historias. Descúbrelo ahora