Un amor adolescente

Capítulo 1

Mi despertador esta programado para sonar en cualquier momento.

Me e pasado la noche despierta dando vueltas, pensando en como será este nuevo primer día de instituto.

-¡Paula!- oigo gritar a mi madre desde la cocina.

Maldiciendo para mis adentros, me obligo a salir de mi pequeña pero comoda cama. Me tomo mi tiempo para arreglarme el pelo y eligiendo la ropa que debo ponerme.

-¡Paula!- grita de nuevo.

-¡Ya estoy levantada!- le contesto.

Despues de desallunar, cojó mi mochila y me dispongo a ir al instituto como el año pasado hacía, quedo con dos amigas en el parque de la entrada para poder charlar un rato antes de entrar. Laura y Natalia son mis mejores amigas, mis confidentes.

Al llegar encuentro a Natalia y ensegida se me echa en lo alto abrazandome, es una chica encantadora, y despues de llevar un rato hablando aparece Laura riendo y saltando, contandonos como an ido sus vacaciones de verano y todas nos reimos al escuchar sus ocurrencias. 

-Paula te apetece benir esta tarde a mi casa, no tengo nada que hacer y asín nos ponemos mejor al día-. dice Laura.

-¡Claro que sí!-. le contesto.

En ese momento escuchamos la sirena y nos marchamos hacia el edificio de piedra.

A la salida de las clases quedo con Laura sobre la hora que nos veremos mas tarde y me marcho a casa que por suerte no esta muy lejos del instituto.

Al llegar a casa mi madre como cada año me hace el mismo interrogatorio, que como son mis profesores, que nuevos compañeros tengo este año y que asignaturas nuevas me an puesto. Tras tranquilizarla y decirle que todo va bien le explico que e quedado con Laura y debo arreglarme. A mi madre no le cae bien Laura porque no es una niña estudiosa, solo quiere estar en la calle todo el dia y no saber nada de los libros, pero tras decirle que hoy no tengo nada de tareas por ser el primer dia accede a dejarme salir unas horas.

-Paula a las 8 te quiero en casa-. dice mi madre.

-Sí, mamá a esa hora estare aquí sin falta-. la tranquilizo y me marcho.

Son las cinco de la tarde el día esta muy soleado y despejado, el cielo tiene un color azul increible y una brisa caliente embriagadora, me dirijo hacia la casa de laura que esta en la sigiente manzana.

Al llegar a su casa ya está esperandome en la puerta como hace siempre.

-¡Hola Paula!-. dice al verme venir a lo lejos con ese entusiasmo que la caracteriza.

-!Hola!-. le respondo.

Despues de llevar un rato charlando Laura me dice que van a benir unos familiares sullos, que viene un primo de nuestra edad y me lo va a presentar.

Laura esta empeñada en buscarme novio, porque ella ya lleva seis y dice que no es normal que yo todabia no haiga conocido a ningun chico.