Rude Boy || GgukJin ✔️

✦chapter five.

Efectivamente, Chaeyoung no estaba en casa cuando ambos llegaron. La parte difícil fue convencer a Jungkook, porque salió de la pizzería dispuesto a tomar un camino distinto y cumplir la amenaza de comerse la pizza solo, incluso tuvo la delicadeza de dar media vuelta, abrir dramáticamente la caja y levantarle a Jin el dedo medio después de "sacarlo" de la caja. Sólo hubo que seguirlo cuatro calles y cuando finalmente lo alcanzó, le prometió que había algo para él y debía acompañarlo. 

Así, llegaron a casa del menor, con una pizza fría y un pálido confianzudo que apenas puso un pie dentro, se dirigió al refrigerador para buscar una cerveza. 

—No hay, Gguk. —responde desde la sala Seokjin, a sabiendas de qué busca su amigo apenas escucha el ruido de la puerta ser abierta. —No hubo ayer, no habrá hoy. 

—Debería, se supone que me conoces. —cierra la puerta sinceramente decepcionado, para salir a la sala donde  Seokjin está sentado en el sofá. 

El sofá. 

—Y también se supone que me importas, por eso no fomento tus vicios. 

Jungkook pone cara de asco. 

—Demonios, hablas como una madre, Kim. 

Jin sonríe, cruzando ambos pies bajo su trasero. —Me gusta pensar que muy dentro de ti, te gusta que me preocupe por ti. 

—Un poco, tal vez. —Jeongguk evade lo anterior dicho, porque le pone incómodo admitirlo y además, todavía no se acostumbra a eso de que le guste Seokjin de otra forma —¿Vas a darme lo que sea que tienes para mí o me puedo ir? 

—Te lo daré, sí, pero antes quiero algo. —Seokjin palmea el reposabrazos del sofá. 

—No voy a sentarme ahí. 

—¿Eh? ¿Qué tiene de malo? 

—Que me tienes en abstinencia desde hace tres meses y ahí sucedieron cosas. —señala el sofá con la cabeza, cruzado de brazos. —Y yo no soy de hule. 

Seokjin se suelta a reír con ganas, mientras Jungkook se molesta más y más a cada segundo. Renuente, no se mueve de su sitio hasta que el menor se pone de pie, con las manos al cielo en señal de paz. 

—Vale, tú ganas. Siéntate. —Jin señala el sofá ahora vacío. —Ggukie~… confía en mí. 

Jungkook en serio trata de mantener la expresión estoica y firme pero Seokjin le pone esos ojos de cachorro, esa boquita en puchero y efectivamente, él no es de hule, así que acepta y se deja caer al sofá de mala gana, con las piernas abiertas y los brazos cruzados. Seokjin sonríe victorioso y se sienta junto a él, con la peculiaridad de estar sobre las piernas de Jungkook. El menor enrosca los brazos al rededor del cuello del mayor, con esa dulce y bonita sonrisa todavía en el rostro. Jungkook lleva ambas manos a la espalda de Jin, mirándolo con detenimiento, sin esa expresión de molestia permanente que normalmente carga. Sus párpados relajados, sus ojos brillantes recorriendo las facciones del menor y sus regordetes labios ligeramente curvados hacia arriba mientras pasa los dedos por la espalda baja de Seokjin. 

—¿Qué pasó con eso del trato y tus patrañas? 

El menor se encoje de hombros. 

—Esto es chantaje puro, te estoy secuestrando y no te has dado cuenta.

Jungkook alza una ceja, una sonrisa divertida en su rostro. Sus dedos bajan un poco, delineando el interior de los muslos de Seokjin. 

—¿Ah, sí? —el menor asiente con los ojos cerrados. —Puedo levantarme y llevarte conmigo, y entonces, tu plan habría fallado rotundamente.