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Aziel Hawks

No es la primera vez que la veo llorar, no que ella sepa. A veces la veía llorar en su habitación por horas. Nunca supe la razón, no hasta que una vez dejó de venir a clases por una semana y supe que su abuela había sido ingresada en un hospital.

Muchas veces quise ir a su casa a consolarla cuando pasaba por esos momentos, pero al final nunca iba, ya que suponía que yo no sabía que estaba así.

Nunca lloró en frente de mí, hasta ese dia.

Había invitado a algunos amigos míos a una fiesta porque era el cumpleaños de Elijah, mi mejor amigo. Siempre lo celebramos en su casa, pero dijo que habían venido invitados y que teníamos que hacer la fiesta en otra parte. Así que decidimos hacerla en la mía.

A Kiah le molesta mucho que haga fiestas en casa, ya que al parecer le llega todo el ruido de la música. Y por eso pensé que había venido a mi casa para echarme la bronca cuando le abrí la puerta, pero no me esperaba que me la encontraría llorando delante de mí. Me sorprendió bastante.

Y hoy está de vuelta, parada delante de mi. Pero en vez de estar llorando, con su ceño fruncido.

Le quiero coger de las mejillas como a los niños pequeños. Reprimo una sonrisa de mi parte.

Antes de que le pueda decir algo, me empuja hacia un lado y entra, dando pisadas fuertes.

-Al parecer la gatita está enfadada.-digo en voz baja, pero lo llega a escuchar.

Veo como se quita la chaqueta y me la tira toda la cara, provocando una risa de mi parte. La sigo a unos pasos más atrás y entramos en mi habitación.

En mi casa no hay nadie más que yo y la criada de mediana edad que viene por las mañanas o cuando la llamo después de una fiesta para limpiar. Mis padres viven en otra casa que está más cerca de su trabajo, y como la universidad quedaba lejos de allí, me compraron esta. A veces vienen a visitarme, pero nunca se quedan por más de dos días.

-Más te vale empezar a hacerlo ya, y que te quede claro que no pienso dejarte dormir hasta que lo termines.-me advierte, mientras se sienta y empieza a sacar sus cosas. Mi mesa de estudio es bastante grande, así que cabemos los dos perfectamente y con espacio de sobra.

-¿Me vas a ayudar?-pregunto mientras acerco una silla a su lado y me siento.

-Si, porque no me queda otra.-saca una hoja de su carpeta-y aquí tienes.-me pasa la hoja y la tomo entre mis manos.-Solo tienes que ir poniendo la información del libro en este orden.

-Vale...-habla mientras disimulo mirándola con interés. Ella vuelve a hacer sus cosas y yo la miro de reojo y sonrió disimuladamente.

Antes fingí que había perdido la hoja. Quería saber como reacionaria. Me encanta ver sus diferentes expresiones, me parece demasiado divertido.

-Pues empieza, de mientras acabaré mi parte, no me queda casi nada.-empieza a sacar su ordenador y abre su libreta-cuando termine te ayudaré un poco.

-¿Esta es tu manera de devolverme el favor?-pregunto acercándome a ella.

-Si lo quieres decir así...-sige pasando la información de la libreta al ordenador, sin mirarme.

-Pero yo había pensado en otra cosa...

-Haz lo que quieras.-sigue pasando las páginas.

-Vale...Entonces queda pendiente ese favor.-digo sonriendo y subiendo una ceja.

-No me importa.-dice restándole importancia.-Ahora hazme el favor y haz el trabajo.

Vuelvo mi silla a su lugar y empiezo a escribir como lo indica la hoja. En verdad ya tenía mi parte hecha desde ayer, pero ¿tengo que disimular no?

Mientras ella sigue enfocada en su trabajo, yo apoyo mi mentón sobre mi mano y la miro.

Es hermosa. Siempre me lo ha parecido. Si ella quisiera, podría ser perfectamente superar a la más popular de la universidad. La vuelvo a mirar con detenimiento. Su pelo largo, meramente hondulado y de color negro como el carbón cae por sus hombros hasta abajo. Los ojos peculiarmente grises, los cuales siempre me dejan expectante. Una nariz pequeña y recta. Labios redondos y rojos. En resumen, tiene un rostro perfecto, o al menos para mi.

Y no hablemos de su cuerpo, porque si se pusiera ropa más ajustada, dejaría a todos babeando. Aunque no quero eso, asi que las sudaderas anchas que siempre se pone le quedan perfecto.

Después de una hora y media ella al parecer termina su parte.

-Ya acabé el mío. Así que te ayudo.-me dice y se acerca a mi para luego coger mi libreta y empieza a mirar lo que había hecho. Al parecer se sorprendió al verlos ya que elevó un poco sus cejas.

Lo tuve que hacer bien, porque sé que le importa mucho su nota, además fue mi culpa de que le hicieran presentarlo mucho antes de lo que tocaba, no podía arruinarlo más.

Mientras repasaba sus apuntes, bostezaba como tres veces por minuto. Mientras yo iba escribiendo e iba pasando el tiempo, ella ya se estaba quedando dormida, con sus brazos cruzados y la cabeza encima de estos. No pude evitar sonreír.

-Kiah.-la llamo

-¿Mmm?-responde bostezando. Sonrío. Ni siquiera puede mantener los ojos abiertos correctamente.

-Deberías dormir en la cama-le digo mientras paso mi mano por su cabeza.

-Mmm..-vuelve a musitar.

Me levanto y la cojo del brazo delicadamente. Luego la levanto de la silla y la dirijo hacia la cama.

-Que...-protesta aun medio dormida.

-Mejor duerme en la cama.-La siento sobrela cama y ella al instante se tumba, de mientras cojo la sábana y la cubro.

-Pero el trabajo...hay...que terminar el trabajo...-dice levantandose un poco.

-No te preocupes por el trabajo, yo lo terminaré.-aseguro.-Tu solo duerme un poco.-le vuelvo a cubrir con las sábanas.

Y en menos de un minuto se queda dormida profundamente. Al parecer no había dormido bien en estos días. Aunque creo que es un vampiro ya que nunca la veo dormir. Se muy bien que se esfuerza tanto para poder sacar muy buenas notas, y sus esfuerzos dan resultados increíbles. Aunque a veces creo que tendría que darse un respiro.

La observo durante unos segundos y vuelvo al escritorio para juntar el trabajo y terminarlo de una vez por todas. Cuando finalmente lo tengo todo acabado, me levanto y me dispongo a dormir.

Dormiré en la cama, ya que es una king size, así no invadiré el espacio personal de ella. Nunca le ha gustado que me acercara mucho, me lo muy dejó claro la primera vez que hablé con ella.

Me tumbo sobre la cama y la veo en la otra punta, hecha bolita dentro de las sabanas. Es demasiado adorable.

Controlando mis ganas de ir hacia ella y acurrucarla entre mis brazos, me giro y me dispongo a dormir.

...

Holaa, como están lector@s hermosos.

Siento la tardanza al subir el capitulo, he estado demasiado ocupada. Espero su comprensión.

Disfrutad y no os olvidéis de dejar una estrellita.

Espero poder subir pronto el siguiente capitulo.

Chaoo.

S.A.

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⏰ Última actualización: Aug 01, 2022 ⏰

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