Había pasado ya unos días y Luke no salía de sus aposentos.
-Vamos, sal-. Le decía su hermana, Leia.
-Amo Luke, opino lo mismo que la princesa Leia-. Dijo el androide, acompañado de los sonidos que emitia R2-D2.
El hacía caso omiso. ¿Acaso no entendían que había perdido a la única persona que amo con toda su alma?