Capitulo 1

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Recuerda que por lo mas tentador que sea la situación, no debes acercarte, no debes y no puedes. Es por tu bien, todo lo que hemos hecho es por tú bien. Estarás y estas siempre con nosotros, por más irrelevante que suene debes confiar con todo tu corazón, todo lo que has escuchado, sí es real en cierto punto.

—¿Qué es real? — pregunte a la mujer que me hablaba de espaldas. Tiene un vestido color crema, pegado hasta a su cintura, de ahí el resto es caído llegando a cubrir una parte del suelo de mármol. Tiene un cabello hermoso, castaño claro, le llega hasta la cintura.

—Solo debes confiar— volvió hablar. 

Su voz suena en eco.

—No te entiendo ¿En quién debo confiar? —me toco gritar ya que apareció un viento fuerte haciendo que mas se escuchará la brusquedad con la que recorría la brisa.

—Confía.

La mujer se estaba dando la vuelta, sin embargo, no puedo ver su rostro ya es tarde para seguir preguntando, un remolino de viento me oculto en sus movimientos circulatorios.

Me levante con toda la fuerza que podía dar, era una pesadilla, estoy sudando. Tomo mi cabeza para masajearla, me duele. He regresado con este tipo de sueños, ya no quiero. Cada vez que cierro mis ojos es algo nuevo.

Algunos son extraños, otros me dan miedo y otros como este no entiendo nada.

—¡Despertaste!

Me llevo una mano al pecho del susto que me acaba de dar, pero la rubia se lanza hacia mi dándome un fuerte, muy fuerte abrazo.

—Estas bien, estas bien, estas bien— repite las mismas palabras como si me hubiera muerto y revivido al mismo tiempo.

Llevo una mano a su espalda para acariciarla suavemente, mientras que ella se acurruca en mi cuerpo. ¿Qué le pasa? Me parece divertido y tierno este afecto, así que dejo escapar una pequeña sonrisa.

Hasta que analizo el lugar, paredes blancas, una ventana enorme se ve la ciudad desde aquí, cerca de la pequeña puerta están tres asientos. Giro mi cabeza para comprobar lo que estoy pensando.

Sí, a mi lado se encuentra una maquina que marca mi pulso, esta tiene una grafica de subir y bajar. También esta un tubo con un suero, conectado a una manguera delgada que llega a la vena de mi mano.

—Me alegra que ya despertaste— habla la rubia soltando el abrazo.

—¿Qué estoy haciendo aquí? —ahora que ya se donde estoy miro mi cuerpo. Lo confirmo la intravenosa esta conectada a mi vena, estoy vestida con una bata blanca con sábanas blancas.

Todo Blanco, siempre me preguntare porqué los hospitales tienen que ser de blanco ¿No puede ser azul? ¿O verde claro?

—No te acuerdas verdad— dijo con un poco de nostalgia.

Negue con la cabeza

—Mira te desmayaste cuando estábamos en la cancha— se sentó en el pequeño espacio de la cama— fue muy repentino, estábamos los tres sujetándonos por ese temblor— estiro su mano para poner un cabello atrás de la oreja— cuando el temblor paso, solo caíste. Y Jedé de atrapo.

Lo recuerdo, claro estaba escuchando sus voces, pero ese chico.

—No despertabas, me asustaste mucho porque empezó a salirte sangre por los dos orificios de la nariz— hundí mi entrecejo— después comenzaste a convulsionar.

Mis cejas automáticamente se alzaron, hasta no poder más, por escuchar lo que me está contando Leah.

—Pero...

Cazador De SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora