La caída del quinto sueño

Recuerdos de ensueño

Me llevó a su apartamento donde me solía quedar en Oxido petreo, era un apartamento sencillo, un baño con corriente de agua tanto fría como caliente, una habitación con una cama grande y en la que se encontraba la unica ventana del apartamento y un comedor que estaba conectado con una cocina bastante sencilla.
-Esto cambio desde la última vez- dijo con una sonrisa- E utilizado lo que no e necesitado para arreglar un poco esto-
- Ya veo- dije seco y cortante por que sabía la procedencia del dinero que había pagado esos muebles- Nila, creo que deberías dejar de a hacer...- antes de que me diera tiempo a terminar me interrumpió.
-No estoy orgullosa de lo que hago pero tengo que vivir, Reilx, se que no lo entiendes, que me darias más dinero, pero no pudo permitir que trabajes para que yo pueda vivir- en ese momento le saltaron unas lágrimas y se me estremecio el corazón- Sí no me hubieses estado manteniendo eso años ahora mismo tendrías muchísimo dinero y una casa grande y gente que se la jugara por ti, yo sólo soy una bulgar que te a-
En ese momento me abraze  a ella, pude sentir como su corazón le iba a mil y como respondió con fuerza a este gesto de cariño.
-Prometeme que está vez me llevaras contigo- me susurro mientras aún le caían lágrimas por la cara y caían en mi hombro.
Era una decisión difícil de tomar, ai fuera habían muerto gente mejor preparada que yo y no sabía sí podría protegerla, aún así accedi a su petición. En ese momento lo intentó sellar con un beso, aparte la mirada para evitarlo pues, ya hacia tiempo que nos habíamos dejado de amar, no había que confundir el cariño con el amor, pero lo volvió a intentar y fui débil, sentir sus labios me lleno de un sentimiento amargo y dulce a la vez, amargo por que había fallado a mi promesa de no volver a caer en sus encantos y dulce por que era ella quién lo hacia y la atracción entre los dos se hizo insostenible y se abrió pasó a la pasión, como sucedía muchos años atras.
Al día siguiente desperté antes que ella, estaba avergonzado por lo hecho pero tenía que hacer los preparativos para salir otra vez, vendí todo lo que me quedaba y pague el mantenimiento de mi Rifle de cargas, que a su vez compré una Pistola de cargas para ella, la necesitaría seguro, y aparte suministros para el viaje.
Todos mi planes cambiaron cuando un hombre chocó conmigo en la calle y revise mis bolsillos por sí estaba todo. Para mi sorpresa estaba todo y no sólo eso sí no una nota que decia.
"Nos vemos en Atronac, tú vida cambiara dentro de poco."
Asustado pero decidido supe que mi siguiente destino sería Atronac, ciudad santuario de los Shionas.