El extranjero pt8- Amargo

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Las estrellas y los paisajes rusos estaban preciosos esa noche, en la cristalina estancia reinaba el frío y la luz de la luna, mientras una figura de tez tricolor disfrutaba del paisaje visto a través del telescopio con bordes de oro a la par que bebía café mixteco de un jarro de barro, era una noche perfecta

-la luna está en su punto exacto, no hay nubes y puedo verla sin problemas, ¿cómo se verán los bosques cercanos?, necesito llevar a Rusia para su clase de ciencias naturales, me pregunto si podre ver una zona abierta desde aquí!- dijo para apartar la vista del telescopio de la luna y dirigirla a los amplios bosques desenfocando la lente del telescopio para ver desde una distancia más reducida, pero algo no iba bien. . .NADA bien

- . . .que chingados?. . .

Enfoco la vista, se tallo los ojos rogando porque no sea verdad, pedía a todos los santos que conocía que su vista lo esté engañando pero tristemente no. . . era verdad, docenas de tanques de guerra se acercaban al palacio ruso, y solo había un country capaz de planear un ataque tan sucio

-NAZI!!!- grito el latino para luego salir corriendo de la estancia, estaban a una distancia considerable así que trato de correr lo más rápido que pudo a las habitaciones de cadetes, si se apresuraban habría tiempo de evacuar a toda la familia Soviética, empleados de la casa, liberar las defensas y dar pelea- (¿¡como chingados nadie se dio cuenta?!, ¿¡como fregados burlaron seguridad?!)- esa pregunta se repetía una y otra vez en la cabeza del mexicano que finalmente había llegado a la habitacion de soldados, sacudió sus ropas y abrió la puerta de la habitación lentamente para encender las luces que despertaron a unos perezosos soldados que lo veían incrédulos, El mexicano atravesó la estancia apresurado mientras los ojos de los soldados lo seguían entre esta, temiendo que se acerque a ese botón de tono escarlata, y como si fuese lo más normal del mundo, oprimio el botón iluminando toda la habitación de rojo sin sonido alguno, toda la caballería se levantó de sus camas en silencio y se preparo en menos de 20 segundos, armados y decididos salieron en formación dividiéndose en grupos caminando apresuradamente por el Palacio

-Apolo!! Sabes que hacer, codigo 21, saca a la familia rusa de aquí y llevala a la zona x, código 21x- dijo con la mirada decidida

-si mi superior- dijo rápidamente un joven de tez bicolor por un hermoso bitiligo sobre su piel, si bien su nombre era Apolo, los demás lo llamaban Muu de cariño puesto que les recordaba a una vaquita café, acintio y salió rápidamente de la habitación junto con el mexicano, se detuvieron frente a la puerta, intercambiaron miradas y acintieron

-más te vale amanecer vivo muchacho, aun necesitamos a nuestro Muu con nosotros-

-más le vale a usted también mi superior, no sería lo mismo sin sus gritos y carcajadas por el palacio-

Ambos sonrieron e Inclinaron la cabeza levemente como si de una despedida se tratase, fueron por caminos opuestos, cada uno con una tarea y con fe en que esa no sería su última noche

Apolo, el nombre del soldado más valiente de las filas rusas subía las escaleras del Gran palacio de forma apresurada pero aún así en silencio, el sonido era casi imperceptible pero estaba ahí, podía escuchar las suelas de las botas de sus compañeros impactar contra el piso, la situación era de vida o muerte y debía de estar fuerte ante lo que suceda, por nada del mundo debía de dejar que la familia Rusa sufra alguna perdida o daño importante, tomó las llaves que yacían en su bolsillo izquierdo y abrió la puerta de la habitación de la Urss para entrar sigilosamente y poder despertar a la super potencia, pero ya no era necesario, Urss permanecía firme de pie, ya vestido frente a la ventana con la mirada fija a él orizonte, mientras las filas nazis apenas y se visualizaban en la fría y obscura noche

Fashon week (Rusmex)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora