Estaba harta de todo, de mi familia, de mi vida..., se que la familia siempre te apoya, pero yo quiero estar sola, sin gente a mi alrededor que me trate como sí fuera distinta, no, soy la misma, un secuestro no va a cambiar mi personalidad.
Mi madre no paraba de llorar, y todos los días la tenía que consolar, aunque tendría que ser al revés. Aunque el secuestro lo había sufrido yo, esto le afectaba mucho a ella, cada vez que tenía que rellenar un papel y acordarse de él comenzaba a llorar.
Es normal, perdió a su hija por un tiempo, por un acto que cometió ella, y con esto no quiero decir que sea culpa suya, ni mucho menos, ella no tiene culpa de nada.
Nadie tiene la culpa, bueno, sólo él.
OTRO CAPÍTULO, Y SIENTO LA TARDANZA.
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Secuelas.
Novela JuvenilUn secuestro no es nada fácil, las secuelas que te quedan tampoco, pero más difícil es vivir con ellas. ¿Podrá Noelia sobrevivir?
