Capitulo 2

83 12 14
                                    

Eran las 4 de la mañana y yo seguía despierta, las pesadillas no me dejaban conciliar el sueño.

El sudor recorría mi espalda, y me provocaba escalofríos. Intenté dormir, pero fue imposible.

Las pesadillas volvieron.

-Noelia..., ¿dónde estas?, no voy a hacerte daño.-calló por unos segundos esperando mi respuesta, pero al no tenerla se desesperó.-¡Noelia joder, sal de una puta vez, lo vas a tener que hacer sí o sí!

Me incorporé de la cama más sudorosa de lo que estaba pero ahora también me templaba todo el cuerpo.

Miré a mi alrededor, estaba en mi habitación la que había añorado durante 2 largos años.

Me levanté de la cama y fui a la habitación de mi madre, ella también estaba despierta.

-No puedo dormir

-Ven.-dijo colocando las sábanas para que me metiera.

-Quiero ir al psicólogo.

-¿Qué?-me preguntó mirándome extrañada.

-Quiero ir al psicólogo, o a una bruja ¡me da igual donde solo quiero olvidarme de todo esto!-dije llorando.

-Vale, es muy maduro por tu parte y tienes razón una psicóloga podía ayudarte bueno..., a las dos yo tampoco estoy bien.-dijo mientras me arropaba.- y ahora intenta dormir.

Me levanté y miré el reloj, eran la 11 y mi madre ya no estaba, seguro que había bajado a hacer el desayuno.

Bajé las escaleras mirando cada rincón de la casa como si nunca hubiera estado en ella.

Al llegar a la cocina, vi a mi madre en la mesa comiendo mientras leía el periódico, al verme rompió una hoja del periódico y la tiraba a la basura.

Yo ya sabía lo que había en ella y no le quería preguntar.

-Ven.-dijo mientras se acercaba a la encimera.-tienes zumo y churros.

-Gracias.-dije sonriendo.

-Venga come que se te que...

-La chica que había sufrido un...-justo en ese momento la tele dió mi noticia.

-¡Quítalo, quítalo!-grité.

-Ya está.-dijo tras haberla apagado.

-¡No puedo más..., no puedo más!-dije llorando.-¡me quiero morir!

-¡Ni se te ocurra decir eso!, no tengo a nadie más.

-Mamá, era una forma de hablar.-dije arrepentida.

-Pues no vuelvas a hablar así.-dijo seria.-prepárate que vamos a ver a tu familia, quieren verte.

-No quiero ver a nadie.

-No es una opción, es una obligación.

Subí a la habitación y me puse unos pitillos y una sudadera.

Fuimos recorriendo cada casa y siempre era lo mismo, besos, abrazos, lloros y como no escalofríos.

SEGUNDO CAPITULO, ¿OS HA GUSTADO?.

PD: ¡VOTAR Y COMENTAR!😊

¡GRACIAS POR LEER!💕

Secuelas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora