Tres años pasaron después de haber terminado la Academia de Héroes los chicos viven sus vidas cumpliendo sus sueños mientras que Uraraka se queda atrás tras renunciar a ser una heroína. Después de darse un tiempo con Deku se reencuentra con Bakugou...
Mirarlo le alteraba los nervios de pies a cabeza, ¿como es que un chico popular, amable y fuerte podría ser su novio? se preguntaba así misma. Era el héroe número 1 y a pesar de que ya era el mejor y nadie se le igualaba el aún estaba mejorando como héroe y como persona a sus ojos.
Aún así, después de tres años de relación ella aún no podía lograr acostumbrarse a el.
-Señorita aún no va a pedir.-El mesero mantenía su pequeña libreta de pedidos en la mano.
-Deme un poco más de tiempo.-Le regalo una sonrisa de lado sin verle a la cara, mantenía la mirada en el centro de mesa. El mesero asintió sintiendo pena por la chica castaña que se encontraba sola.
Traía un lindo atuendo de noche negro y corto, había hecho todo lo posible para lucir bien para su amado novio el cual ya había perdido la cuenta de todas las veces en la que la dejo plantada e ilusionada con una buena velada. Jugaba con las esquinas de una pequeña caja plateada dónde posaba un reloj masculino negro envuelta en algodón. Había pensado en muchísimas maneras para entregarle aquel detalle a su chico y ahora todo se había hechado a perder.
Sabía que debía apoyar sus deseos y sueños, pero como podía llamar relación a algo así, si siempre era la misma situación y la hacía pensar que todo lo que quería estaba por encima de ella, aplastándola como basura. No lograba entender en como las cosas terminaron de esa manera tan injusta si por el había decidido renunciar a ser una heroína e incluso estaba a punto de mudarse juntos.
Trago en seco después de dar un suspiro nostálgico, miro al mesero el cual vestía elegante e hizo una seña con su mano izquierda pidiendo que se acercará
-Traeme tu mejor vino.
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Dos botellas quedaron sobre aquella desdichada mesa donde Uraraka paso 4 horas, 3 en espera de su chico.
Caminaba tambaleándose entre las calles oscura jalaba su vestido el cual se subía con cada paso que daba. Su teléfono comenzó a vibrar y sonar, para mantenerse en pie se arrecargo en la pared dejando caer su peso.
-Hola.-Intentaba hablar lo más normal que podía.
-Hola Ochako, lo siento por no haberte dicho antes pero hoy no nos podremos encontrar tuve que viajar a la ciudad (x) por qué hay una nueva pandilla de villanos, ya atrapé a algunos, aún así pasaré unos días aquí.
-¿Sabes que día es hoy?.
-¿Viernes?
-Nuestro aniversario, cumplimos 3 años.
-Ouh Ochako, perdóname lo olvide por completo soy un idiota, el trabajo me entretiene demaciado juro que cuando vuelva te recompensaré, tomaré unas vacaciones y pasaré todos los días en casa con...
-Creo que la idea de mudarnos juntos en este momento es absurda, a demás estoy pensando en volver al trabajo de heroína.
-Sobre mudarnos hay que hablarlo una vez que regrese, espera a que vuelva antes de que tomes una decisión no quiero que te expongas al peligro, los villanos podrían hacerte daño...yo, yo no quiero que te pase nada, te quiero Ochako.
