Tres años pasaron después de haber terminado la Academia de Héroes los chicos viven sus vidas cumpliendo sus sueños mientras que Uraraka se queda atrás tras renunciar a ser una heroína. Después de darse un tiempo con Deku se reencuentra con Bakugou...
Ambos estaban en el reducido departamento de Uraraka, Bakugou no esperaba más de ella ya que estos últimos 3 años había estado trabajando como un cajera de medio tiempo en un pequeño supermercado cerca de la universidad donde estudiaba administración y gestión de comunicación para poder trabajar en la agencia dónde Deku estaba como una simple secretaria.
Bakugou a pesar de su desinterés por otras personas no podía evitar pensar que era difícil para Uraraka, ya que pese a que decía de manera poco importante que solo quería ser una heroína por el dinero podía verse una cierta desilusión en sus ojos cada vez que tocaba el tema de haber abandonado su meta.
-Renuncie a mi trabajo como cajera, tengo muy poco dinero así que espero poder sobrevivir unas semanas en lo que terminamos la misión.-Dijo mientras colocaba un vaso de agua enfrente de Bakugou.- con lo que me den alquilaré otro departamento, tal vez un poco más grande con mejor mantenimiento.
-¿Por qué no regresas con tus padres?.-Uraraka desvió la vista.
-Eso...-Rasco su nuca intentando buscar las palabras adecuadas.-mi madre tenía miedo de que fuera una heroína, ella solía decírmelo.-Se acomodo en el pequeño sofá aún lado de Bakugou dónde sus piernas rozaban una con otra.-decia que no era capaz y que mi Quirk era débil y no apto para ayudar a nadie, aún así cuando hacía algo bueno en la Academia se le veía orgullosa de mi junto a mi padre que siempre me apoyó.
-Entonces cuando dejaste de buscar ser una heroína...
-Ellos se mostraron felices pero pude ver la decepción en sus miradas, ahora no puedo verlos a la cara ni si quiera puedo atender sus llamadas. Al final le di la razón a mi madre, soy débil e incapaz de ayudar...
-¿Por que piensas estás estupideces?. -Interrumpio.- Sal y demuestra que quienes no confiaron en ti y en tus habilidades se equivocan. Que Deku es un puto imbécil y tu mamá una ingenua por darte la espalda, demuestra que eres mejor de lo que creen. En lugar de quejarte y llorar como una idiota.
-Solo tu puedes darme ánimos y ofenderme al mismo tiempo.-Bakugou parecía orgulloso por el comentario sarcástico de Uraraka.-Pero...tienes razón seré una gran heroína tal vez la número 2.
-Tsk, ¿por qué no la número 1?.
-Tu lo serás.-Hubo unos segundo de silencio.-Ire por mi computadora para buscar más información, comencemos a trabajar.
Era la primera vez en mucho tiempo que alguien le decía unas palabras como esas, ni siquiera su madre creería que Bakugou se convirtiese en el número 1 pues dado a su Quirk destructivos muchas personas lo señalaban como un futuro enemigo peligroso quien destruiría a la ciudad en cualquier momento de irá. Era frustrante en ocasiones, pelear por las personas quienes lo insultaba y agredían cada vez que el intentaba ayudarles.
Tal vez el también había perdido la confianza.
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