Mitsuba creía en las palabras de Tsukasa, su pareja, con la que había tenido ya varios problemas dentro de la relación. Siempre tuvo la esperanza de que algún día el azabache pudiera cambiar, junto con su romance. Pero en lugar de eso las cosas sólo...
Con suavidad pasaba sus manos por el cuerpo más fino, haciendo un relajante masaje para el que es su pareja. Sus manos en breves segundos bajaban hacia el agua, tomando un poco del agua para de igual manera rociarla en el cuerpo ajeno. Ambos jóvenes se encontraban en la bañera, sumergidos en la tibia agua.
El de cabellos azabaches sentado en las piernas del de ojos magenta, relajado por el tacto que le otorgaba su novio, un ambiente bastante tranquilo.
Pero esas caricias pronto se detuvieron, bajando hasta su cintura para forzar un agarre. El suspiro de Mitsuba fue el único sonido que se hizo presente en esa habitación, sintiendo el aire caliente en su nuca.
— Sabes, estaba pensando en que podíamos ir a cenar mañana a algún lugar ¿Qué opinas tú? — habló primero, tratando de romper ese silencio que se había convertido en incomodo. Pero el de hebras rosadas se mantuvo en silencio, ignorando por completo pregunta del otro — Mitsuba~ tú sabes perfectamente que me molesta cuando me ignoras. — comentó todavía con "carisma".
— Tsk... Tsukasa... yo, yo quiero hablar contigo. — enunció con dificultad, alargando sus palabras de una manera lenta — ¿Eh? ¿y de qué quieres hablar?.
— Um... bueno, me gustaría hablarlo en la habitación, es algo serio. — esta vez la voz de Mitsuba se entonó seria, bastante sorprendente. Pero no para Tsukasa, con sólo esas palabras su semblante cambió a uno serio, mientras Mitsuba sólo podía observar su espalda, no lograba visualizar los ámbar ya oscurecidos de el azabache.
— ¿Serio? Pero nada serio viene de ti, Mitsuba. — se dirigió con burla, callando al pelirosa de cualquier palabra que aproximaba decir. Las manos del omega quitaron las ajenas de su cintura, liberandolo de aquel agarre. Salió de la tina primero, dejando ahí al alfa, que observaba las acciones del joven chico que se concentraba en secar su cuerpo con la toalla, ignorando la presencia de Mitsuba.
— Hmm... Tsukasa, yo q-quiero... ¡yo quiero terminar contigo!.
Su nervios subieron inmediatamente después de decir tales palabras, su mirada bajo hacia sus piernas, tratando de evitar ver el semblante del otro. La tensión del ambiente plagado de silencio le resulto inquietante, pero se negaba a decir otra sola palabra que no fuera la del oji ambarino.
Se mantuvo de esta manera por unos segundos hasta que el de hebras oscuras se dio la media vuelta, callando por breves momentos para seguido contestar las palabras de Mitsuba. Una ligera sonrisa se curveó en sus belfos, pareciendo tomar bien las palabras dirigidas.
O al menos eso pensó el oji magenta.
— ¿Te gusta otro omega acaso? — ante sus palabras el alfa negó inmediatamente — Entonces ¿ya no estás enamorado de mí? — su respuesta tardo esta vez, la expresión que se iba formando poco a poco daba de que hablar, sus labios se fruncieron con claridad — No... no es eso, aún te amo, pero- — repentinamente fue callado, su mirada caída le evitó ver cuando el azabache se acercó hacia él. Las delicadas pero fuertes manos del contrario tomaron sus mejillas con brusquedad, obligandolo a subir su mirada.
— Sí no te gusta otro omega y todavía no me has dejado de amar, entonces no hay motivos para terminar ¿de acuerdo? — el tono amenazante le dejó corto, no sabía defenderse ante eso, se prometió que todo tenía que acabar, se niega a quedarse callado — Escucha, Tsukasa, las cosas no están funcionando.
— El único que no funciona eres tú, Mitusba. Podríamos hacer que las cosas vayan de una mejor manera, pero tú no contribuyes. — por un momento creyó en sus palabras, sintiéndose débil, como veía que las cosas fluían, ya llevaba por seguro que no cambiaría nada y seguirían con su relación repleta de problemas, fue un fracaso comenzar este tema.
No, esta vez tomaría valor.
— No, lo lamento, pero terminamos. — sintió como el agarre de Tsukasa estrujaba su mejilla, causando una leve dolencia en la zona. Estaba por protestar pero el tacto de los suaves labios del omega lo impidieron, por un instante se resistió, pero odiaba esto, se odiaba por adorar los besos de aquel azabache.
Con dificultad intentó llevarle el ritmo al oji ambarino, el que dominaba el beso, jadearon al alejarse de el uno al otro, tratando de tomar el aire perdido. Tsukasa sonrió con malicia, dio una ultima caricia a la mejilla de Mitsuba para después alejarse.
— Si deseas que terminemos, entonces por lo menos dame esta noche.
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"Qué es lo que hacía ahora?"
Se preguntaba a sí mismo en estos momentos, su mente no se encontraba en tierra en todos esos minutos que han pasado. Solo se había estado concentrando en darle placer al que debía de ser ahora su ex pareja. Bueno le parecía bien, después de todo sería su ultima noche en la cama, ¿no?.
Aun así, le hubiera encantado poder solucionar las cosas, no iba a mentir sobre eso, sigue amando a Tsukasa, podría perdonarle cualquiera de las cosas que ha hecho. Podría, pero ya no, no podía seguir cayendo en su juego.
Después de pasar una ruptura y volver, las cosas habían mostrado los mismos resultados. Fue tonto al creer que las cosas habían cambiado, ahora puede estar confiado de no caer en ninguna tipo de persuasión del azabache. No dejaría que su amor nublara su mente, puede vivir sin el Yugi, sabe perfectamente eso, no está atado de nada.
Y se repitió en todo momento aquellas palabras, tratando de creérselo.
Sus pensamientos fueron interrumpidos al sentir el tacto de las manos contrarias en sus mejillas. Bajo su mirada, observando al chico que gemía anteriormente, su todavía ruborizada cara se mostraba un poco molesta.
— ¿No te está gustando? O ¿Qué tanto estás pensando? — comentó disgustado, mientras hablaba quitaba los mechones de cabellos que cubrían levemente en la cara de Mitsuba — ¿Huh? N-no, no, sólo pensaba un poco.
— ¿Un poco? Si estuviste así por varios minutos, eres todo un distraído Mitsuba. — rió un poco con el comentario — Vamos~ ni siquiera te diste cuenta que ya te has venido. ¿Qué clase de chico eres? — con un toque en la nariz del peli rosa finalizó con una leve risita. Mitsuba con lentitud bajó su mirada, confirmando lo dicho por el contrario.
Se avergonzó por aquello, estuvo tanto tiempo en las nubes. Suspiró con pesadez, aun así, se sentía cansado — Es todo, te llevaré mañana a tu casa. Quiero descansar ahora. — finalizó con eso, habría mucho que hacer mañana, ahora sólo quiere descansar.
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Bien, holaaa, ¿Cómo andan?. Aquí el primer capitulo, espero que les haya parecido bueno. Y disculpen por la narración, me desacostrumbre bastante por no escribir 🌙.
