Maldición de las brujas campestres

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Burbujas llenaban la pequeña sala llena de exóticos olores y líquidos tan interesantes y peligrosos. Varios sonidos de choques entre cristales se hacían escuchar, todo a causa de que Lance movía sus caderas al ritmo de tal alegre música proveniente de la única radio que ha sobrevivido ante tanta chamusquina de su grandioso ''laboratorio'', y es que no le podía motivar nada más que esa melodía Celta que tanto le llenaba el cuerpo de energía, y a quién no, es lo que siempre piensa, pues es algo muy típico en los centros pueblerinos de Irlanda se encuentren las mozas bailando al son de la música con los volantes de sus faldas al vuelo mientras mueven sus piernas al ritmo de las gaitas y violines que daban mucho que ver. No por nada ama esta música el moreno, más bien la disfruta con ganas porque el ánimo que te provoca al escucharla deja que te pongas a hacer miles de cosas a la vez, al menos para el. Los pobres animales del bosquecillo probablemente disfrutaban de cierta manera también la música, sin contar los pésimos agudos que intentaba hacer Lance cantando '' Wild Mountain Thyme'' a todo pulmón.

Sus delicadas manos sostenían un pequeño bote ardiente y brillante, parecía ser otra poción que probar, tenía ansias de que al fin los ingredientes fuesen los correctos y que la bruja Melía no le haya engañado de nuevo porque no le quisiera dar de sus manzanas. Le costó mucho que el mercado al fin trajese estas frutas mucho más dulces y rojizas, fueron un gran precio y no pretendía regalarlas tan fácilmente, era muy tacaño cuando quería, y mucho más si se trataba de sus preciadas manzanas.

--Bien, si esa viejita pudo hacer que su gato hablase, yo también puedo.-- Su lengua permanecía apretada entre sus labios de forma completamente concentrada, solo faltaba acercarse a su querido animal de pelaje oscuro y darle ese líquido fluorescente que a la vista parecía más tinta de algún bolígrafo que precisamente una poción bebible.

El gato solo paseaba tranquilamente por el suelo de madera, pero poco le faltó para comenzar a correr tras ver a su dueño con una maligna sonrisa a la espera de darle esa bebida tan extraña y poco apetitosa.

--¡Ven aquí minino, no te vas a escapar, es por tu bien!-- Gritó el joven muchacho que corría tras de él, igualmente no tardó tanto en atraparlo antes de que se subiese a una de las muchas estanterías y tambalease todos los frascos.-- Te tengo...-- Con tremendo orgullo en su rostro, dejó al animalillo en uno de los sillones que tanto gustaba estar el mismo junto a una pequeña tapita con ese curioso líquido.

El gato no tardó en olisquear esa poción y probar extrañado con la lengua la misma, no era precisamente horrible para el gusto del oscuro minino, así que prosiguió bebiendo de la pequeña cantidad que le dejó el dueño.

-- Bien, ahora dime hola con tu super voz. -- Soltó la bruja con los brazos cruzados a la espera de que funcionase el truco, pero parece ser que el gato solo se limitó a cerrar los ojos y dormir plácidamente en su querido sillón.-- ¡Venga ya, encima te duermes!

Ahora un enojado Lance terminó por observar la poción junto a una expresión de confusión.

--¿Habrá que esperar a que dé efecto? Bruja Melía no dijo nada de eso... --Y así quitó el remangue de su camisa y se la arregló correctamente.-- Bueno, toca visitarla.-- Suponía que con una manzana quizá le serviría que le contestase y le fuese sincera sobre la receta de la poción, aunque no se atrevía a darle de sus preciadas rojizas, pero no había opción, prefería hablar con su gato antes que tener frutas.

Se acercó con un ligero suspiro al perchero donde colgaba una de sus tantas capas y movió la misma tras de él para dejarla colgar por su espalda, dejando tapando su cabello con la capucha de la misma. Una pequeña cesta fue tomada para dejar su querida y preciada manzana y una bolsita de galletas horneadas por el mismo, quizá así le convencería mejor, era una mujer muy difícil cuando buscabas ayuda por su parte. Así ya podía llegar a parecer la bruja de blancanieves pero como no quería envenenarla se le quitaba la idea de la cabeza.

Soul;; Klance AU.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora