Pelea

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^Cameron^

Decidí llevar a Paulina a mi casa ya que no sabía donde vivía -de hecho no sabía nada de ella-, la tentación de dejarla tirada al lado de un vagabundo me invadió, pero me resistí.

Llegue a mi casa aún cargándola, subi a mi habitación y la recosté en mi cama, toque su frente y tenía fiebre, esta no era una borrachera normal.

Baje la temperatura como pude con paños de agua. Ella estaba un poco roja por la temperatura y balbuceaba y mordía sus labios, mañana le preguntaría que soñaba.

Estaba cansado, cobije a Paulina y al ver que mi cama estaba ocupada me senté en el piso y recoste mi cabeza en lo que sobraba de colchón

•••

^Paulina^

No vuelvo a ir a una fiesta en mi vida, fue lo primero que pensé al despertar. Wow pero esta no es mi habitación.

Me levanté de golpe sentándome en la cama y con una mano en la cabeza por el fuerte dolor de cabeza que tenía por la borrachera, entre otras cosas. Logré visualizar que había alguien en el suelo con la cabeza en la cama. CAMERON. Vinieron a mí los flashback de la noche anterior, Cameron había ido por mi al baño y le había dicho Señor Grey, ugh.

Me arrepiento, maldita Jessica tu y tus malditas bebidas alcohólicas que hacen que salga mi afición por los libros eroticos.

Me levanté como pude aún sintiendo como un millón de golpazos llegaban a mi cabeza, me aseguré de no despertar a Cameron, lo tomé de los brazos y lo arrastre hasta su cama para después cobijarlo. Awww se ve tan-maldito pervertido que me tira café encima y hace que me desvista-tierno.

Di un vistazo por toda su habitación, todo estaba revuelto, ropa, libros, ¿juguetes?, Etc, por todo el lugar.
Bajé las escaleras cuidadosamente, los mareos que tenía no ayudaban. Y como lo pensé toda la casa estaba igualmente, toda desordenada, había un montón de ropa en una esquina ocultando algo. Me acerqué y para mi sorpresa ¡Cameron tiene una muñeca inflable de Demi Lovato! Oh que asco y yo que amo su música, no podré volver a verla, quede perpleja. Dejé la muñeca en su sitio, continúe viendo su casa, todo estaba igual. El baño, la cocina, el comedor, el patio trasero, la sala, todo en mal estado o muy sucio.

Ah sería un lindo gesto de mi parte limpiar esto, como en la películas. Pero odio limpiar y prefiero no encontrarme más sorpresitas.

Decidí irme, no tengo nada que hacer ahí, otro día con más calma le agradecería ya que el dolor que traía encima era insoportable, pero al llegar a la puerta fui interrumpida. ¡Tengo hambreeee!. (Personalmente considero que comer es una pérdida de tiempo, a menos de que sea chocolate). Espero que Cameron tenga algo comestible entre todo su, mmm bueno lo que sea que tenga. Llegué a la alacena y vi que sólo tenía comidas instantáneas oh y cereal.

Tomé el cereal y-la única cosa que había en el refrigerador aparte de una botella de agua-la leche. Cuando ya iba a servir el cereal al tazón, escucho el crujido de las escaleras. El principito pervertido había despertado.

.-¿Que haces?.- preguntó adormilado y tallándose los ojos para una mejor visión.

Se veía tan tierno: Cabello alborotado, mejillas con marcas de las sábanas y ojos adormilados que pedían a gritos el irse a dormir.

.-Hola buenos días Paulina ¿qué tal? ¿Te sientes mejor? No te preocupes yo te hago el desayuno.- dije sarcástica mientras el se acercaba mí como zombie.

.- Ja Ja ¿estás mejor?.-preguntó con obviedad, como si ya supiera la respuesta.- Claro que si, con alguien como yo cuidándote.- sonrío galante.

IdiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora