Para cuando por fin salen de la terraza, Chifuyu busca la hora en su teléfono: apenas los primeros minutos de agosto han empezado y con ello, la cuenta regresiva de treinta y un día para su vuelta a casa. Decir entonces que no está ansioso porque el tiempo pase mucho más rápido es una mentira pues, quiera o no, extraña a su cama, sus padres, a sus amigos y a Peke J.
El pueblo no era tan malo. Simplemente parecía sacado de algún tipo de manga que va con toda la intención de romperle el corazón tan pronto el verano acabe, como ha visto en esas películas románticas con Emma y también leído en un sinfín de mangas con la misma temática. Básicamente esta un poquito harto de los clichés que tiene ese escenario y también, del chico al cual esta siguiendo por la pinta de esos malandros que son emos y tienen un pasado desastroso junto a mil traumas de por medio.
Suspira. Debe dejar de ver tantas cosas románticas.
— ¿Cansado? — Le pregunta, entonces, el "salvador" de la noche. Chifuyu solo niega con su cabeza (mintiendo, pero ya ha sido bastante descortés minutos atrás como para ahora serlo con sinceridad) —. Igual la salida está cerca y a menos de que vivas hasta el centro no estarás tan jodido.
Hay un silencio. El más alto se detiene, volteando a verlo y el pelinegro lo ve con una ceja alzada cuando lo hace. "Hola, me quiero ir. Continúa tu paso para largarme por fin", pero parece que no está en sus planes continuar hasta que le responda.
Matsuno suspira. Ya perdió la cuenta esta noche.
— Mi abuela vive a dos cuadras de aquí.
— ¿Tu abuela? O sea, ¿tú no? — Niega con un movimiento de cabeza. El más alto asiente—. Debí suponerlo, el pueblo es pequeño y tú cara no me parecía familiar.
— Hubiese sido divertido lo contrario — Se atreve a tomar un poco el ritmo de la conversación tan pronto el de ojos ámbar retomar la caminata. Chifuyu sonríe con gracia, probablemente la primera vez en la noche —. Que ya hubiéramos hablando antes y tu lo hayas olvidado.
— No creo que hubiese pasado — Musita el más alto, volteando un poco a verlo cuando encuentra una puerta blanca y la abre, alzando una comisura en una sonrisa que Matsuno no logra descifrar su significado —. Quiero decir, no me sería fácil olvidar un rostro tan bonito como el tuyo.
Abre los ojos y puede jurar que están a punto de salirse de su lugar mientras siente la cara caliente. Roja. Se está sonrojando. Se está sonrojando por un idiota al cual no lleva conociendo más de diez minutos, que tiene pinta de ser el cliché qué odia, que fuma y que no sabe siquiera su nombre; culpa a la nula actividad romántica de su vida por eso. Ha llegado a este punto donde el mínimo detalle lo pone de esa, apretando sus labios sin saber cómo coño reaccionar porque ya ha perdido tiempo como para evadirlo. ¡Y se frustra peor por eso! Ya no puede hacer nada, va. Esta jodido.
Bien jodido.
Súper jodido.
La risa del extraño sale a la luz entonces, quitando a Chifuyu del trance en el que se encuentra. Y pudo tal vez enfocarse en el extraño de no ser porque el bullicio de la sala (quiere creer) está rompiéndole los tímpanos tanto a él como al acompañante. Parecen todos estar jugando a la botella, pues recone al hermano de Akane y a Akane, quienes están acompañados de más personas que, obviamente, no conoce. Pero parece que el otro sí porque los demás tan pronto lo notan, comienzan a gritar con sonrisas.
— ¡Hey, Kazutora! ¿Dónde demonios estabas, pedazo de mierda? — Grita uno moreno y de cabellos albinos. A su lado, un pelinegro le da un manotazo que ignora mientras le hace un ademán con su mano para que se acerque—. ¡La diversión apenas está comenzando, ven!
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august - kazufuyu
FanfictionChifuyu siente un cariño hacia las estrellas y Kazutora hacia los cigarrillos. Irónicamente, uno no encuentra interés en lo que el otro adora. O eso pensaban hasta que la medianoche dio inicio no solo a agosto sino también a su pequeña historia ocul...