Cuando Me Miras.

Verdades a medias.

"Y mientras nosotros seguimos bajando por el camino,
nuestras sombras (son) más grandes que nuestras almas,
camina una dama a la que todos conocemos,
que brilla con luz blanca y quiere mostrar
como todavía todo se convierte en oro,
y si escuchas muy atento,
la melodía vendrá al fin a ti,
cuando todos sean uno y uno sean todo,
ser una piedra y no rodar.

Y está comprando una escalera al cielo."

Led Zeppelin - Stairway to heaven.

La casa estaba ruidosa esta noche. Los amigos de Julián llegaron para sumarse a mi poco solitario fin de semana de introspección, ellos se acoplaron al grupo sin problemas. Fue un alivio que así fuera porqué en estos momentos no toleraba mas tensión en mi vida y con mis niveles altos de neurosis lo más probable es que terminara echando a todo el mundo a la calle si algo se volvía un problema para mi.

Había comprado suficiente alcohol y comida como para un regimiento, ya conocía el apetito voraz de Angus por la otra veces que habíamos visitado esta casa. Al parecer el aire marino generaba eso en la mayor parte de las personas imagine que el resto de la cuadrilla sería igual. Angus no dudo en encender la parrilla para asar carne en ella, yo lo agradecí porque era un placer comer cualquier cosa asada que cocinara. 

Lía conversaba entretenida con Dayan y Angus que estaban a un lado de la parrilla fuera de la casa. Nosotras que no se nos daba la amistad con otra mujeres para el final de la noche ya parecíamos tres amigas de toda una vida. 

El resto del grupo había instalado una consola de videojuegos en la sala que trajo Daco lo cual me parecía una locura traer algo así a un lugar hermoso como este. No lo digo por la casa sino por la playa pero cada loco con su tema ¿no? Así que llevaba un intenso campeonato de FIFA, yo esperaría para incorporarme cuando se aburrieran y pasaran a los juegos más violentos. Eso era lo mío. 

Al cabo de una hora llevaba tres cervezas en el cuerpo las necesarias para sacarme las malas vibras de todo lo ocurrido con mi abuela, ya casi parecía otro día. Angus tenía lista la carne asada por lo que avisó a todos. Estábamos reunidos alrededor de la mesa comiendo y riéndonos de las historias de Daco.

-Y ahí estaba yo- dijo el corpulento- En la ventana, desnudo con mis pantalones en la mano. Era invierno y tomé la rápida decisión de saltar como en las películas... directo a la piscina pero...- lo interrumpió Fiji.

-¡Él muy estúpido no calculo bien la distancia y cayo directo en la pandereta florida, termino con su amiguillo en urgencia para que le sacaran las espinas!

Todos reímos imaginando al pobre Daco corriendo por el jardín con el padre de su amiga amenazándolo con una escopeta.

-¡Siempre interrumpes mis historias!- criticó Daco

-Amigo, llevabas diez minutos alargando la historia- río Fiji

-Y no te quedaron espinas en el cuerpo?- preguntó Dayan

-Lo que en verdad quieres saber es si mi compañero de mil batallas...- hizo señas apuntando a su miembro- Está en su plenitud... magnitud... glorioso como siempre

-Noooooo- Negó Dayan con las mejillas roja de la vergüenza- Sólo preguntaba- hizo una mueca y metió la cabeza en la espalda de Angus quien reía fascinado con la situación.

-¿Ustedes llevan mucho tiempo juntos?- pregunto Lía.

-En realidad, no somos novios- responde Angus.

-¿Y qué son?- pregunta Lía- Yo sólo pregunto sin ningún interés personal en el tema... ¡no te molestes Dayan! es que parecían novios de años.

-Responde Angus...¿Qué somos?- Dayan ya estaba en su modo telenovela... ¡Pobre Angus! espero piense bien la respuesta.