Me Di Cuenta

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"Vete, Scott."

Stiles ignoró firmemente el insistente golpeteo en su ventana y se acurrucó aún más en el cálido y cómodo burrito de manta en su cama. Sólo cuando el golpeteo se hizo más fuerte, Stiles se dio la vuelta, decidido a conseguir que su mejor amigo se fuera y lo dejara en paz.

"Dije -." Su advertencia se perdió en su garganta cuando sus ojos se encontraron con los de Derek a través de su ventana.

Se miraron el uno al otro durante unos segundos antes de que Derek arqueara una ceja con molestia.

"¡Oh!" Stiles exclamó, cayendo de su cama en su prisa por levantarse.

Se enderezó y se acercó a la ventana, deteniéndose brevemente antes de abrirla.

"¿Qué estás haciendo aquí?" le preguntó a Derek con el ceño fruncido.

Derek solo frunció los labios y entró en la habitación, alisándose imperiosamente su chaqueta de cuero.

"Mira", comenzó Stiles, justo cuando Derek había abierto la boca para hablar. Stiles se detuvo y esperó a ver si Derek continuaba.

Él lo hizo. "¿Por qué me dijiste que me fuera?"

Stiles se encogió de hombros. "Pensé que eras Scott".

Derek sonrió un poco antes de volver su rostro a la pasividad. "¿Por qué le dirías a Scott que se vaya?"

"Esta no puede ser la razón por la que viniste", dijo Stiles con irritación.

Después de suspirar como si se necesitaran todas las fuerzas de su arsenal (bastante considerable) para decir lo que estaba a punto de decir, Derek preguntó: "¿Estás bien?"

La respuesta sarcástica que Stiles había preparado nunca salió. En cambio, el chico simplemente se desplomó exhausto y caminó hacia su cama.

Stiles se sentó con un suspiro de cansancio y pensó en cómo responder.

“Siéntate”, fue lo que salió de su boca, sorprendiéndolos a ambos.

Stiles se rió entre dientes ante la suprema incomodidad en el rostro de Derek cuando el lobo cruzó la habitación y se sentó en la silla de la computadora de Stiles. Estaba sentado con la espalda recta, como si estuviera dispuesto a salir disparado en cualquier momento.

A Stiles le entristeció un poco pensar que probablemente así fue como Derek vivió toda su vida desde el incendio.

Sacudió la cabeza. Ese fue un problema para otro día.

Pasando su mano sobre su corte de pelo cada vez más largo, Stiles hizo una mueca. "No, no lo estoy", admitió. “Soy 100 tipos de cosas que no están bien. Fui secuestrado y golpeado por El Abuelo Asesino, que por cierto nadie pareció notar. Sólo tenía que ver al amor de mi vida expresar su amor eterno por Jackson Whittemore, de todas las personas, para salvarlo de seguir siendo un hombre lagarto para siempre. Luego tuve que ver a mi mejor amigo irse con un cazador que ha intentado matarnos a casi todos en este momento. Hice que suspendieran a mi padre y, aunque ahora está de vuelta en el trabajo, todavía hay esta ... desconfianza entre nosotros que me está volviendo loco porque no puedo contarle sobre los hombres lobo y el kanima y tu tío loco - "

"Stiles, respira."

Stiles no se había dado cuenta de que estaba entrando en pánico hasta que levantó la vista de sus manos en su regazo para encontrar a Derek agachado frente a él, con una mirada sospechosamente cercana a la preocupación.

Respiró hondo unas cuantas veces y negó con la cabeza. “No, no estoy bien”, concluyó sin convicción.

Derek asintió una vez y se puso de pie en toda su altura. Se volvió para irse de la misma manera en que entró, pero se detuvo al escuchar la voz de Stiles.

Vete, Scott Donde viven las historias. Descúbrelo ahora