°•○▪Melody▪○•° [Deex_____]

《°4°》

Tenían una cita, bueno, una cita después de algún tiempo no era nada malo.

_____ se levantó de su cama y decidió darse un baño turco antes de cualquier otra actividad que pudiera tener ese día.

El agua pego contra su rostro y paso sus manos por su cabello humedeciendolo al instante, se dio un minuto bajo la regadera antes de empezar a lavarse el cabello.

Ya luego de haber salido de la ducha se dedico a secarse el cuerpo para luego hacer lo mismo con su cabello alborotado, no paso mucho para que saliera del baño con la bata que usaba su madre.

Ya en su habitación se vistió con calma para no hacerse daño con su barriga, aveces le daba vergüenza mostrar su embarazo a las demás personas y hoy era uno de esos días. Se vistió con una mangaslargas suelta y un Jean igual de suelto que las mangas de la camiseta que traía puesta.

Ya cambiada se dispuso a arreglar su cabello, ese día tenia ganas de arreglarse más, después de todo tenía una cita con su novio.

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Bostezo a la mitad de la película estaba viendo con Dee, realmente no recordaba lo que veían en el cine, pero no era algo llamativo a su parecer.

Dee por otro lado disfrutaba en silencio la película del universo del Conjuro, eso hasta que sintió como su novia se recargaba en su hombro dormida. Sonrió con dulzura antes de levantar el brazo del asiento que los separaban dejando que la castaña se recostara en sus piernas para que durmiera más cómoda.

Acariciando el cabello de la bella durmiente siguió viendo la película sin ningún inconveniente.

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La parte favorita de la cita había llegado.

La comida.

______ moría de hambre y con tan sólo pensar en los nuggets del Burger King se le hacia agua la boca.

-El niño va a salir con cara de pollo si no me compras los nuggets- Le sonrió al rubio mientras esperaban su turno para pedir la comida-

-Me gustaría ver eso- dijo el pecoso haciendo soltar una risa a la castaña la cual disimulo con facilidad-

Mientras la castaña hablaba de niñerías con su novio fueron buscando una mesa para sentarse y comer en paz.

-oye Dee- el rubio miro a la ojivioleta dándole a entender que tenia su atención- estaba pensando que quizás en la semana pudiéramos ir al parque a pasar el dia-

Dee le sonrió, respondiendole que se haría un tiempo con sus trabajos e irían.

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_____ se encontraba haciendo la tarea con iñaki, era su única manera de poder tocar un libro de estudio sin deprimirse.
   Fue entonces que recordó que siempre había querido ser chef de repostería, su sueño era abrir una pastelería y ser famosa por sus deliciosos pasteles y facturas. Y ahora todo se había arruinado, porque se le ocurrió la maravillosisima idea de tener un bebé.

Iñaki notó a su hermana distante, no sólo porque estaba callada sino porque por más que su mirada esté en el libro, sus ojos no se enfocaban en absolutamente nada.
   
   Tomó su mano para llamar su atención.

- ¿Esta todo bien ____?- Pregunto a lo que la castaña volvió en sí para luego mostrar una sonrisa.

- Es obvio que estoy bien, todo bien, todo piola.... estamos bien gordo- la castaña agradeció el gesto de su hermano y se levantó de la mesa para irse.

Decidió ir al patio y ahí la vio. Su moto, su bella moto.

Un regalo de su padre cuando cumplió los 15, ella estaba contenta, una moto así era lo que ella había soñado y en ese momento supo que tenía que hacer.

Tomó su casco, su riñonera y metió algunas cosas dentro de ella. Salió a escondidas, puso la llave para encender la moto y antes que alguien la escuchara salio cual rayo.

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Extrañaba esos momentos de paz, el viento contra su rostro era lo que le traía calma, paseaba sin algún rumbo en especifico, solo paseaba.

Cuando decidió parar a descansar en un pequeño acantilado vio que eran más de las seis de la tarde y que tenía muchos, pero demasiados, mensajes.  Decidió ignorarlos y poner su teléfono en silencio, acaricio su pequeño vientre y dejó salir un largo suspiro.

- Sabes una cosa nene, espero algún día poder enseñarte a andar en moto y pueda heredarte la mía- La castaña hablaba de lo más normal, como si su bebé pudiera escucharla- Ahora no me siento muy bien ¿sabes? No te quiero echar la culpa, pero medio que me cagaste los estudios.-

Hizo una pequeña pausa mientras se sentaba en el pasto y se tomó su tiempo para volver a hablar.

- No digo que no te quiero ¿Lo entendes? Yo tenia metas, sueños y ambiciones.... yo-yo quería ser alguien, quería que mis viejos se sintieran orgullosos de mi.... ahora mismo siento que los tengo a los dos totalmente decepcionados-

No sabia en que momento se había puesto a llorar, el nudo en su garganta era más fuerte que ella y lloro.

Lloro por que no podía ser alguien, por sentir que le había arruinado la vida a Dee, por las miradas de todos encima de ella cuando salía de su casa, se sentía tan avergonzada.

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Iñaki se encontraba en la sala de su casa mientras daba vueltas en si mismo, mordiéndose las uñas y su teléfono pegado a su oreja.

-Contesta la concha de tu madre, pajera de mierda- le hablaba a la nada-

Hace exactamente una hora con veinte minutos su hermana había decidido desaparecer de la faz de la tierra solo porque si. Lo había descubierto pues al irla a buscar para saber si quería un licuado de banana no la encontró por ningún lado.

Entonces cuando tocaron a la puerta y este la abrió, vio a Dee en el marco de la puerta con su expresión normal que demostraba a la gente.

Dee miro a Iñaki

Iñaki miro a Dee

Entonces Iñaki se puso a llorar y Dee puso una mueca de confusión.

-No se donde esta la estúpida de ___- habló entre sollozos el más pequeño- cuando fui a buscarla en su habitación pero ya no estaba- y el llanto volvió a reinar en la sala-

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Luego de calmar a Iñaki, Dee prosigio a buscar en su teléfono una app que era del tipo rastreador, donde le dio la ubicación exacta en donde se encontraba su novia, la cual se movía en ese preciso momento, muy rápido.

Fue cuando se dirigió al garaje y al no ver la moto de su pareja de alarmo.

¿siquiera era recomendado manejar una moto estando embarazada? No dejo pasar un minuto más sin buscar esa pregunta en Internet. Estuvo por 20 minutos leyendo reseñas de dudosa procedencia cuando la puerta del garaje se abrió dejando ver a la ojivioleta entrando la moto con total tranquilidad.

-Oh, hola cariño- Saludo ____- ¿Que te trae aquí?-

Iba a matarla.

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Sexto mes

Luego de que su padre la castigará por salir con la moto sin decirle nada a nadie, no volvió a ver la llave de su princesa en ninguna parte, fue la última escapada que se pudo permitír luego de un tiempo.

Esta vez decidió ir sola a la obstetra, pues Dee se encontraba ocupado en su trabajo. Su bebé ahora era del tamaño de un melon y estaba más sano que nunca, su corazón latía fuerte junto con el de su madre. En el bus, miraba su ecogragia con ternura mientras la acariciaba.

-Prometo protegerte y adorarte más que a nada en el mundo mi pequeño- habló en su idioma materno, ella iba a ser la mejor mamá para su bebé, después de todo siempre soñó con formar una familia y tener un niño a quien amar-

Ella iba a darlo todo de si misma para que a su hijo nunca le falte el amor de nadie, e iba a hacer lo que hiciera falta para cumplirlo.