Londres, Julio 15. 2019.
-Y bien, madre tierra, el halcón calvo esta en el nido. Buena suerte, la necesitaran – la voz de Michael llegó hasta mis oídos a través del auricular con su suave nitidez y sensualidad. Sonreí al imaginar la cara que debía tener en ese mismo momento. Alisé mi Dior rojo carmesí y me puse de manera recta. Esperaba en la planta baja al filo de las escaleras a que la Condesa Raven Black descendiera, la escoltaría hasta la gran ceremonia que se realizaría en el palacio de Buckingham.
-Bien, la veo. Gracias. Nos vemos en 5.
Contesté con una sonrisa y le mostré los pulgares en alto a la condesa, la cual me regaló una sonrisa nerviosa. Habíamos pasado tanto juntas que se había vuelto en algo así como una mejor amiga a la que le podía confiar mis más grandes secretos, que realmente no eran tantos como aparentaba ser.
-Raven esta bellísima – le dije mientras le daba un fuerte abrazo y la felicitaba alegremente – la maternidad te sienta bien.
- ¡Ni lo menciones! ¿Dónde está el pequeño Dylan y el cabezota de su padre? – me preguntó mientras miraba a todos lados.
-Están camino al palacio con tus tíos.
La escolté a la gran limosina que nos esperaba fuera de la mansión Black. Nada fuera de lo normal, divise a Michael a lo lejos conversando con Joe, el resto del equipo de seguridad que cuidaba de la familia Black. Especialmente a Raven.
-Este será un gran día ¿Nervios? –Le pregunte cuando abordamos nuestro transporte, Raven asintió lentamente – Tranquila, Zure. Hemos estado practicando y ensayando años para esto, desde que llegaste a esta casona, no hay nada de que temer, tus tíos han hecho un gran trabajo. Yo estoy muy orgullosa de ti.
-Mis tíos...- dijo soltando un enorme y pronunciado suspiro - ¿Dónde está Frederick? – me preguntó mientras revisaba su móvil.
-Todos esperan allá – sonreí tranquilizándola. Y baje la cabeza.
-¿Qué pasa, se han vuelto a hablar? – Raven me tomó del hombro para obligarme a que la viera. Estaba preguntando por la relación que sostenía con su tío menor.
-No desde hace un mes ya – sonreí de lado – es lo mejor... él es demasiado mayor para mi...
-Para el amor no hay edades, Savannah – me miro con severidad – debes decirle que lo quieres, o me temo que si no lo haces será demasiado tarde.
-No lo haré... son 21 años. Afectaría su figura pública.
Raven bufó y se cruzó de brazos mientras negaba con la cabeza. La había cabreado un poco.
-No quiero verte así, Savannah... si ninguno de los dos es feliz al menos intenten serlo por hoy.
-Lo intentaré, lo juro. Soy feliz haciendo mi trabajo y mi trabajo es protegerte – guiñé un ojo hacia ella – por cierto. Hoy veras a esa amiga tuya de la que tanto hablas... ¿Amber Carrington?
-¡Sí! –Chilló emocionada – conoceré al pequeño Justin después de todo este tiempo y volveré a ver a Skandar.
-Seguro que congeniara con el travieso de Dylan
-Seguro, como su madre y yo desde el primer día.
Seguimos recorriendo las calles frías de Londres rumbo al Buckingham.
-Madre tierra – me llamó Michael por el auricular.
-¿Qué sucede? ¿Todo en orden para el arribo? –pregunté empujando el auricular con los dedos dentro de mi oído para escuchar mejor.
-Si, solo quería decirte lo sensual que te ves con ese Dior.
-Eres un idiota.
-Me amas.
-No tienes tanta suerte, hurón albino.
-Lo sé...- pauso – No soy Frederick Black – bufó.
-Michael... deberías dejar de escuchar conversaciones ajenas.
-Esas conversaciones ajenas salvan vidas, Savannah. Estamos a 05 m. Todo listo. Que empiece el rodeo.
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Shall we begin? |Benedict Cumberbatch| Chris Pine. #WOWAwards
AçãoSavanna Alcroft debe pagar por sus errores cometidos en el pasado,100 años atrás. Ella fue la primera de un experimento llamado Génesis, humanos genéticamente modificados. Después de servir cerca de 10 años para el S.S. es inducida al sueño frió, do...