Capitulo 1

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Golpes, sí, eso pensé, golpes a la puerta, apreté los parpados en un intento de darme ánimos y abrí finalmente los ojos, claridad, murmure por lo bajo y me incorpore, tenia clases y no me emocionaba ir, le indique a mi madre que estaba viva soltando un quejido y saque algo simple del armario, unos vans, jeans y una camisa X, nada más, la cama podía ser tendida luego o mañana (o nunca), salí de la habitación y fui al baño, casi una hora después estaba lista, suspire, estaba cansada de la rutina pero no era como si pudiera romperla me estire y sonreí al sentir los brazos de mis hermanos, sí, mi día acaba de mejorar.

Saludos aquí y saludos allá iban en la cocina, yo solo me limitaba a tomar de mi café, Danielle Mertens, si señores, esa soy, la hija del medio de una familia de clase media en Londres, una hermana menor, un hermano mayor y mis padres, la vida ideal y rutinaria me tiene atrapada, pero siempre se me asoma una sonrisa al tener tan increíbles personas viviendo conmigo; las clases empezando ahora y yo llegando tarde, lo usual, una marca de labial rosa suave quedo estampada en las mejillas de mis familiares y salí, caminata rápida, insultos a conductores y jalar a mi mejor amigo para llegar a clases, me reí al coronar la victoria y llegar antes que el profesor.

Las clases pasaron, todas aburridas como siempre y la hora del almuerzo no era divertida desde que mi único amigo consiguió novia así que me limite a subir a la azotea.

— Bien Danielle — suspire, mi vida escolar no era tan genial como en los libros y aun no conocía a mi ideal de ángel caído, aunque para serme sincera nadie alcanzaría los tobillos de mi Patch bebé Cipriano, mi sándwich ya no estaba y yo ni recordaba haberle dado mordida. Un graznido, lo ignore, dos graznidos, me intrigue, tres graznidos, voltee, para encontrarme con un cuervo, mentiría si digo que no tome fotos no todos los días se veía a un cuerpo posando en el baranda de una escuela pública y puedo jurar que ese animal estaba disfrutándolo, si les soy sincera tuve las ganas y estuve a punto de googlear si a esos animales les gustaban las fotos, menos mal que el sonido de la campana me alejo de ese momento de subnormalidad extrema, de verdad no sé qué me pasa a veces, Dios mío ¿Por qué soy así?

Las clases siguieron, es cansado, quien pensaría que la rutina de un adolescente podía ser tan mierda, zorras por allí, deportista por allá, una escuela llena de etiquetas que te margina lo mayor posible; espere a Benjamín fuera igual que siempre pero no salió, suspire, no podía tener un mejor amigo más estúpido, desde que empezó a salir con la líder del equipo de gimnasia no ha hecho más que volverse mierda como todos esos, llegue a casa después de una hora, más o menos y almorcé, la verdad no entiendo porque hago esto, los días son lo mismo, nadie se mata si quiera para darle emoción al día. Estoy de broma, no se lo tomen enserio.

En realidad sería una horrible pérdida de tiempo volver a contarles los que hice los días siguientes porque fue exactamente lo mismo, bueno si me cambie de ropa (casi todos los días) y el cuervo dejo de posarse como todo un divazo en el techo, termino la escuela y llego el sábado, Chris mi hermano mayor quedo de recoger unos papeles para mi madre con el notario pero llego tan ebrio a las 11 de la mañana que tuve que encargarme yo, me resulto curioso ya que usualmente me pedían esta clase de favores a mí ya que mi hermano solía ser... muy idiota, la verdad.

No quería abrir los papeles, porque bueno son de mi madre y es a la única que no le puedo espiar las cosas sin que se dé cuenta, ¿Y si es algo malo? ¿Y si es algo sobre los chicos? Papeles del doctor eran normales pero ¿papeles del notario? Entre a una cafetería y quite el sello del sobre con cuidado mientras traían mi café, con algo de suerte podía calentar el sello y pegarlo de nuevo, saque lo papeles y empecé a ojearlos; acta de matrimonio de mis padres, certificado de defunción de mis abuelos, registro de nacimiento de mis hermanos y un acta de adopción lo normal ¿Acta de adopción? Revise los papeles y ahí estaba, vaya shock en el que quede, tal vez por eso no me mandaron a mi esta vez.

Bueno, no es tan malo ¿cierto? Soy adoptada sí, pero ellos cuidaron de mi toda mi vida (o al menos lo recuerdo) y nunca me hicieron menos, deslice los documentos con cuidado en el sobre y le di un sorbo al café, ¿lo estaba tomando muy bien? Tal vez si necesitaba hablar con alguien, opte por llamar a Ben pero su loca novia histérica buena para nada fue la que respondió, necesitaba con quien hablar ahora mismo y me regañe mentalmente por ser tan antisocial, calenté con cuidado el sello de cera pegándolo un poco a la taza y lo deje sobre la marca que había dejado en el sobre antes, pase alrededor de treinta minutos tomando un café, y al final estaba frío y amargo, guarde el sobre en mi bolso y fui a la caja, la fila estaba un poco larga pero que interesa.

Sentí el camino a casa un poco largo, también me sentía incomoda y no sabía si era por la noticia (muy) reciente o por el hecho de sentirme acosada y observada, no era paranoica (claro que no) pero después de un par de cuadras más voltee a ver detrás de mí, nada, no había nada ni nadie persiguiéndome, sentí la presión de mi pecho desaparecer y por fin llegue a casa, no había nadie más que mi hermano borracho en su habitación, deje el encargo en el cuarto de mis padres y fui a cambiarme, mi pijama de ositos me esperaba tirada en el suelo como siempre; tal vez suene un poco compulsivo pero al no poder relajarme empecé a tirar todas mis cosas y a ordenar, por tamaño, por color, mis perfumes por aroma, todo perfecto como si alguien viniese a hacer una prueba de calidad en mi habitación, no sé cuánto paso tal vez una o dos horas, incluso más, ya no estaba el sol pero no era tarde porque mis padres aun no llegaban, revise el reloj 6:45 p.m, viendo que mi madre no había llegado con mi hermana era más que obvio que la cena me tocaba a mí.

No voy a mentir diciendo que prepare una cena gourmet digna de la hija de la dueña de una cafetería. Solo hice unos perritos calientes, la cena transcurrió normal a ojos de mis hermanos, pero mis padres sabían que algo pasaba y vale, sí que lo sabían porque mi padre era muy flojo para lavar los platos y esa noche lo hizo, mis hermanos captaron lo que sucedía y subieron a sus habitaciones, respire hondo, ¿Ya era la hora de las confesiones?

-Reescribiendo- Por un demonio ¿Por qué Sebástian Michaelis?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora