El heredero de madara

El comienzo del fin

"No le temas a la muerte" eso te decían en la academia repetidamente, no funcionaba de nada, los civiles rápidamente huían con temor de ese destino que a todos no esperaba y nos observa aunque no le veamos, a diferencia de otros Madara lo había puesto en un genjutsu haciéndole sentir la muerte de alguna forma.

No fue la peor ni la mejor del experiencia, pero si le preguntan, no le gustaría sentir de nuevo esa sensación, su nombre ya era muy buscado, no solo por las grandes naciones, si no por todo el mundo, apuesto que si Akatsuki no fuera su aliado ya lo estarían cazando por el dinero.

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Desde que cazamos al primer portador las búsquedas y seguridades de las aldea se hizo muy elevada, imposibilitando nuestra entrada a las aldeas, nuestros infiltrados habían muerto brutalmente, las aldeas no andaban con rodeos, nuestra caza era su mision principal, Konoha había puesto un dinero alto por mi cabeza, miento si digo que no me sorprendió, pero era de esperar, casi mato a sus ninjas..... Era lo de menos.

Caminando sentía el aire correr por mi cara, unas gotas de lluvia, veia una nube negra que se dirigía hacia mi, era obvio que una lluvia estába cerca, mi misión era buscar una entrada alternativa hacia las aldeas, algo complicado, no habían dejado brechas en ningún lado, guardias las 24 horas del día, los 7 días de la semana sin dejar un margen de tiempo sin seguridad.

No paraba de temblar, no tenía frío, no se por que, es como si mi cuerpo me quisiera avisar de algo, las hojas se movían en diferentes direcciones, los pájaros volaban hacia el sur, el viento era violento, los animales hacían ruidos raros como si se estuviesen advirtiendo de algo, parando en seco mi camino, mire a los costados, no había nadie, lo más cercano era un pueblo pesquero que no sabían nada del mundo Shinobi, siguiendo mi camino llegué a un puente, que ya era conocido por mi, sin importarme seguí mi camino. No era mi intención visitar a tazuna.

Siguiendo mi camino veia el mar, una buena vista para mí, aunque no sea un fanático de mirar eso, aunque no se me iba esa sensación, ese mal augurio, pasando el tiempo seguí caminando hasta que la lluvia me hizo parar e ir a una cafetería cercana, poniéndome mi sombrero de paja entre viendo cómo habían cazarrecompensas y Shinobis de distintas aldeas, pidiendo un te espere mirando la lluvia pensando mi siguiente movimiento.

La guerra se aproximaba más, me atormentaba cada noche antes de dormir, los Zetsu fueron plantados y se espera que en 3 meses ya estén en forma para luchar, son muchos, demasiados, pero no me confío, no llegan a jonin promedio, óbito se encarga de las tácticas militares, cada detalle para el es importante, yo estoy encargado de revivir a Madara con el EDO TENSEI cosa que sigo practicando, una falla significaría mi muerte.

- tome su te, señor- dijo la camarera sacándome de mis pensamientos, tomando un sorbo una grieta en mi vaso, debía irme de aquí, mire hacia atrás vigilando que no hubiera nadie, dejando dinero en la mesa me levanté y cruce la salida, pisando el camino de barro por las recientes lluvias, haciendo un paso una gran bola de humo me consumió llevándome a lo desconocido.

Ubicación: monte myoboku

- ¿Que es esto?- dije despertandome en una gran sala, agarrando mi cabeza me levanté un poco tambaleandome, sacudiendo mi cabeza me acomode viendo unos grandes sapos- lo que me faltaba- dije sacando la guadaña haciendo que los sapos se pongan en alerta

- No es necesario- dijo el sapo mayor haciendo que los sapos bajen el arma excepto Naruto- Tu también, baja el arma- dijo mirando a Naruto haciendo que baje la guadaña y guardarla

- Para que me necesitan- pregunto Naruto haciendo que el sapo mayor hable

- Necesitamos tu voluntad- dijo el sapo haciendo que Naruto lo mire raro- mira te explico, cada tanto tiempo tengo visiones futuras, está vez tuve una, pero no de este tiempo, no sé si entiendes-