•Capítulo 6•

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| Renunciar |

Las chicas se encontraban limpiando el salón de su club en silencio, por alguna razón ninguna quería romperlo, aún asi una voz conocida lo hizo.

-¡Hey!- Saludó Baji.

-¡Hola chicas!- Hablo esta vez Chifuyu.

-¡Hola!- Dijeron ambas.

Mientras terminaban de ordenar el aula hablaron de cosas sin importancia.

-Voy a sacar las bolsas de basura, ya vengo.- Avisó la pelinegra saliendo del lugar.

-Yo te ayudo.- El rubio agarró una de las bolsas.

-Gracias...- Dijo con un poco de timidez.

-Oye...- Llamó la atención de la chica. -¿A la noche... podrías ir al parque de siempre? Quiero hablar contigo.- Preguntó poniendo una de las bolsas en el basurero.

-¿Eh?- Hizo una pausa. -Bien, iré.- Imitó el acto del chico y se sacudió las manos.

Caminando lentamente fueron donde estaban sus amigos, no lo admitían pero querían pasar más tiempo juntos y a solas, aunque estuvieran en silencio.

-Tardaron mucho.- Se quejó Baji.

-Lo siento.- Dijeron al mismo tiempo

-¿Y Katsumi?- Preguntó la fémina al no verla.

-Dijo que iría al baño.-

•••

Amaya caminaba hacia el lugar acordado con Chifuyu de forma rápida, no quería parecer desesperada, tampoco quería hacerlo esperar tanto tiempo.

Al llegar vio una silueta sentada en un columpio e inmediatamente la reconoció.

-Perdón, ¿Esperaste mucho?- Dijo sentándose al lado de el.

-No te preocupes, hace poco llegué.- Respondió con una sonrisa sin mostrar los dientes.

-¿De que querías hablar?- Cuestionó mirándolo.

-Bueno...- El se levantó y caminó hasta quedar en frente de la chica. Se agacho con poco, con una mano acarició su mejilla y miraba, con las mejillas un poco rojizas, los ojos azules de la pelinegra. -Supongo que ya lo sabes ¿no?- Se acercó, fácilmente podrían darse un beso en los labios.

Pero no lo hicieron.


-¿Saber que?- Contestó inocente y nerviosa por el repentino acto de el.

-Que estoy enamorado de ti.- Con su pulgar acaricio suavemente su mejilla.

-¿Eh? ¿Q-que estas enamorado de mi?- Abrió los ojos aún más, no se lo esperaba. Luego de unos segundos donde procesaba lo que el de dijo, decidió también decirle la verdad. -Tambien estoy enamorada de ti...-

El la miro un poco sorprendido y se acercó más, sintiendo sus respiraciones chocar, cerró los ojos y ella también.

Olvidó por completo a su mejor amiga, pero durante muy poco tiempo, que no fue el suficiente para terminar de cortar la distancia entre ellos.

Con una de sus manos tapó la boca del chico y lo alejó mirando hacia abajo, avergonzada y triste.

-Supongo que también lo sabes, ¿no?- Preguntó ella, parándose.

-Si... Katsumi...- Respondió como un lamento.

-Ella... te ama demasiado.- Dijo mirando a otro lado por la incomodidad. Chifuyu la tomó suavemente de la barbilla obligándola a verlo a los ojos, ella no se pudo negar al ver la sonrisa algo triste de su amado. -Ella está perdida en ti... ¿Lo entiendes?- Susurró.

-Entiendo, pero no puedo compartir el mismo sentimiento que ella.-

-¿Porqué?-

El abrió la boca para responder, pero se quedó callado. El ya sabía que era una batalla perdida, sin embargo no se iba a rendir.

-¿Me puedes prometer que la harás feliz?- Se alejó un poco volviendo a separar sus miradas.

-Podria hacerla feliz, pero yo no lo sería...-

-Si lo serás, tarde o temprano...- Dijo bajando el tono de su voz. -Todos los chicos están enamorados de ella, después de todo es perfecta y yo...-

El chico la agarró de la cintura pegando sus cuerpos. La chica lo miro sorprendida y con un notorio sonrojo.

-No soy como ellos.- Dijo con la voz seria y segura. -Joder, yo te amo a ti, yo amo a Satou Amaya, la amante de la astronomía, de los mangas, de los animales, no quiero estar con Katsumi, quiero estar contigo ¿Porqué no lo entiendes?-

-¡Pero es imposible!- Alzó la voz y lo empujó lejos de ella. -¡Yo te amo pero... Ella se enamoró primero! ¡Ella te pertenece desde que sus miradas se conectaron por primera vez! ¡Y yo... no quiero interferir entre ustedes!- Sus ojos brillaban por las lágrimas que amenazaban salir.

Luego de unos segundos, donde Chifuyu se recuperó, tomó de los hombros a Amaya con súplica y sintiendo su corazón agitarse.

-Nada nos pertenece, Amaya.- Susurró sin atreverse a tomarla de su rostro para que lo mirase. -Por favor, deja ir eso que te no te deja avanzar y quedate conmigo. Se que me amas tanto como yo lo hago, se que esto es correspondido y no pienso rendirme hasta que lo admitas.-

Ella lo hacía. Mierda, ella si lo admitía.

Le dolía tanto renunciar a él.

Ella quería amarlo de la forma más ruidosa posible... Pero no podía.

-Si tanto me amas se que podrás hacer feliz a Katsumi...- Susurró y se soltó de su agarre. -Lo siento, Chifuyu...- Dijo y le dio la espalda. -Se que olvidarás todo pronto, esta plactica y todo lo que pudo haber pasado entre tu y yo.-

El se quedó mirando como ella se alejaba, sintiendo la derrota.

No la llamo, ni la siguió. Una vez desapareció la silueta de su amada comenzó a caminar, el sonido de sus pisadas y los grillos cantando era lo único que calmaba la soledad que se estaba apoderando de él.

La guerra finalizó, el había perdido.

•••

『𝐔𝐧𝐝𝐞𝐫 𝐭𝐡𝐞 𝐧𝐢𝐠𝐡𝐭 𝐬𝐤𝐲』Chifuyu MatsunoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora