She dont like the lights - one shoot - Dieletta

Parte 2

Quería abrir los ojos, y que todo lo que había pasado haya sido una pesadilla, que el paparazzi no le haya dado ese golpe en el rostro, que ella aun seguía a mi lado y no me había dejado, y que cuando abriera los ojos, me encontraría con su sonrisa y su mirada, que me enamoraban cada día, pero una parte de mi, sabía que eso era mentira.

-Diego -escuché la voz de mi Madre, Karla. Abrí los ojos y me encontré con su mirada, pero…esperen. ¿Qué hacia ella aquí? Debería estar en Zaragoza, con los abuelos.
-Mamá-mascullé como pude.
-Estas bien, estamos en tu casa.
-Nuestra casa-la corregí ante el error que ella y Violetta siempre cometían, no entendían que lo mío también era suyo.-¿Todo fue mentira? ¿Ella sigue aquí?
-No, mi amor. Ella no esta aquí, Violetta se fue. Marco ayer te detuvo antes de que destruyeras todo el estudio, y te desmayaste y te trajeron a casa, nada grave. ¿Estas bien? Sabes a que me refiero.
-No Mamá, no puedo estar bien. Ella ya no esta aquí, ¿Saben donde esta? ¿Sigue en el país?
-No lo sabemos, hijo…
-Mandaré a Kenny a buscarla, lo más probable…
-No, Diego. No lo harás. Tienes que darle su espacio, es demasiado para ella. Su vida ha cambiado demasiado rápido, yo sé que te ama demasiado, por eso no la juzga, dale tiempo.
-¿Cuánto tiempo se supone Mamá? Romeo le dio tiempo a Julieta, ¿Y cual fue el final de la historia? Ambos murieron.
-Diego…
-Mamá, yo ocasione esto, ella se canso de mi vida, no debí presionarla demasiado, yo…
-No te eches la culpa de todo, Diego.-me paso su mano sobándome mi cabeza suavemente-Marco dice que lo mejor seria tomar un descanso, para que te relajes. Regresar a Zaragoza conmigo, antes de los conciertos en Italia.
-De ninguna manera, mis fans me están esperando, no puedo decepcionarlas a ellas también.
-Diego, ¿estas seguro?
-Completamente-afirme
-Entonces, Marco necesita que vayas a l estudio a terminar de arreglar los detalles.
-Gracias Mamá-dijo abrazándola.
-¿Por qué?
-Por estar aquí.

-Hey Diego, man ¿Qué te cuentas? Hace mucho no te veía-escuche la voz de Tomas Heynor, nuevo cantante estadounidense de pop.

¿Por qué de todos los días del mundo tenia que encontrarme con el hoy? No me llevaba muy bien con él, Tomas cada vez que tenia la oportunidad coqueteaba con Violetta enfrente mío, Violetta aunque ni la hora le daba el idiota seguía detrás de ella. Ella siempre me repetía que solo tenia ojos para mi y que lo ignore.

-Hola Tomas, todo bien, ¿Y tu?-respondí con una sonrisa fingida.
-Bien, por suerte. Terminando los detalles de una canción nueva. ¿Y Violetta? Es raro verte sin ella, oi lo del golpe de los Paparazzis, digo esta en todos los periódicos y noticieros del mundo entero.

Si le decía que ella y yo habíamos terminado, el iria como perrito faldero a buscarla, de eso estaba seguro. Los celos invadieron mi mente, ella era mi Violetta, no dejaría que un idiota como Heynor se le acercara.

-Se quedo en nuestra casa hoy-dije despeinando mi cabellera.
-Lastima, tenia tantas ganas de verla-dijo y por poco no lo estrangulo en este momento- Pero luego la llamo, tengo que hablar con ella. Nos vemos luego.

Violetta nunca le haría caso a Heynor, nunca Diego. Me repetía en mi mente. Termine los detalles del concierto que sería en dos días. Tome mi teléfono en mi mano, tenia tantas ganas de llamarla, de tan solo escuchar su voz y saber que estaba bien, quería protegerla, ella de una manera se había llevado una parte mi. 

-Hey Diego, ¿Cómo esta Violetta?-reconoció al instante la voz de Ludmila. Ludmila Ferro. 
-Hey Ludmila-le dedique una sonrisa, aunque sonreír era lo menos que tenia ganas en este mismo instante. 
-¿Y Violetta? ¿Cómo se siente?

Ludmila se había convertido en una de las mejores amigas de Violetta rápidamente, muchas veces salían juntas. A ella no podía mentirle, y decirle que todo estaba bien, ella sabría que estaba mintiendo. 

-Ella se fue, me dejo-dolía mas decirle yo mismo.
-¿Qué? Yo sabia que se sentía mal con el asunto de la “fama”. Digo ya sabes, hay muchas personas que la critican mucho, recibe millones de amenazas en todas sus redes sociales. Lo siento mucho Diego, pero tienes que darle espacio.
-¿Por qué todos me dicen lo mismo?
-Porque es lo que ella necesita Diego, entiéndela. 
-¿La llamaras?
-No te diré eso, porque estarás detrás de mi las 24 horas preguntándome que me dijo, así que te dejo con la duda. Me tengo que ir, ella te ama y mucho Diego, solo recuérdalo.