She dont like the lights - one shoot - Dieletta

Parte 4 (Final)

{Violetta}

De regreso a Argentina me vendría un poco bien de mi antigua casa, en mi país. Diego, mi Diego, ¿Qué haríamos? ¿Teníamos solución? Tendría que pasar años si quisera olvidarlo, pero nunca lo haría, soportaría si el conociera a otra persona, digo hay miles de modelos detrás de el. Chicas no le faltarían.

Mi teléfono sonó, lo saque de mi bolso, ¿Por qué demonios tenia la esperanza de que sea Diego? Yo fui la idiota que le dejo, y ahora esperaba su llamada? Presione el botón verde y atendí.

-Diga-dije sin ganas.
-Violettaaa, estas en Argentina ¿verdad?-dijo Ludmila al otro lado de la línea, ¿Cómo sabia?
-Estoy en el aeropuerto, en este momento. ¿Por qué?
-Nada, solo dudad. Cuando llegues a casa, llámame tenemos tanto de que hablar-dijo y corto la línea.

Ludmila a veces era completamente rara. Recogí todo mi equipaje, y Salí del aeropuerto. Parar un taxi a estas horas seria un completo infierno. Como había olvidado el calor que hacia aquí, a diferencia de Madrid en invierno.

Después de horas consiguió tomar un taxi, le dio las indicaciones, y ahora le esperaba el largo camino hasta las afueras la ciudad. Saque mi teléfono de mi bolso , nuevamente. Era masoquista, lo acepto. Comencé a revisar las fotos que tenia de Diego y yo. Y sin darme cuenta las lagrimas comenzaron a caer por mi mejilla. ¿Por qué todo tenia que ser tan difícil a veces? ¿Por qué no podíamos amarnos sin todos esos flashes? Diego, Mi Diego.

El taxi se detuve, le di la cantidad que indico el taxímetro. Deje mi maleta en la puerta de entrada, mi casa seguía igual que antes. Que suerte tuve de no haberla vendido. Llege al jardín, y respire el aire fresco de las afueras de la ciudad, limpio y fresco.

-He , el camino a la ciudad, es en esa dirección ¿Verdad?-escuche esa voz reconocible a kilómetros de distancia.

Diego se acababa de bajar del autobús de gira, me sonrió de oreja a oreja, ¿Qué hacia aquí? Tenia ganas de llorar en este momento, había estado separada de el paneas dos días, y lo había extrañado años. Se acerco a mi lentamente, ¿De verdad traía puesto la misma ropa que traía el día que lo conocí? 

-¿Entonces? ¿Estoy siguiendo el camino indicado?-pregunto nuevamente trataba de organizar mi mente y buscar algo coherente en ella.

-Sí-respondí en ingles con una sonrisa en mis labios.
-Soy Diego Domínguez, ¿debes conocerme?-aun recordaba toda la conversación? Pensaba que era la única idiota que lo hacia.
-Oh sé quien eres-respondí.
-¿Enserio? Vendrás al concierto de esta noche
-No puedo, no tengo familia en la ciudad. Y no tengo entradas tampoco.
-'Puedes venir con nosotros, al concierto-Diego tomo mi mano, y me comenzó a guiar. 

Llegamos a la parte trasera de mi casa, pero todo estaba diferente había una alfombra roja, y un piano blanco en ella. Diego, Diego, ¿Qué has hecho? Pensé. Diego me guio hasta la banquilla del piano y me invito a sentarme con el. Hice lo que me dijo, Diego comenzó a jugar con las teclas. 
-Esto es para ti, espero que te guste-dijo y robo un beso fugaz de mis labios. Como lo extrañaba.
Diego comenzó a jugar con las notas del piano, una hermosa melodía comenzó a sonar para después que Diego comenzara a cantar (http://www.youtube.com/watch?v=2G8mivV7zV4 ) .
Cada palabra que decía, sentía que salía de su corazón, Diego termino de cantar y se levanto del piano y tomo mi mano para que lo imitara.
-Te amo Violetta. Estamos juntos en esto, ¿verdad? A través de la tormenta-me jalo de la cintura pegando su cuerpo al mío.
-Juntos en esto-dije y uní mis labios con los de él, en un dulce beso.

FIN