O1

58 8 3
                                    

—Sukie~ ¿Quieres ir a pasear hoy? — Al escuchar aquella voz, frunció el ceño con desagrado, mas no contestó a la pregunta esperando que el castaño se retire.

Cuando escuchó la silla ser arrastrada, pensó que el otro se retiraría, pero en cambio sintió unos cálidos brazos rodeándolo por la espalda.

—No creo poder Kyu, tengo trabajo— Hyunsuk tenía planeado lavar los platos, estaba de espaldas, pero aun así sabía que el menor había hecho un puchero.

—Pero Hoonie y yo queríamos decirte algo hoy— El tono que había utilizado podría ser comparado con el de un niño que condicionaba sus acciones por algún regalo o dulce, esto al más bajo, no le agradaba en absoluto.

Después de unos segundos de silencio, sintió como el cálido abrazo se desvanecía y el cuerpo que antes estaba en extremo junto a él se separaba también.

—¿Jihoon irá? ¿No estaba en un viaje? — Puso un poco de pasta de lavavajillas en una esponja.

—¡Hoy llegará y quería que la pasemos juntos! — Dejó la esponja a un lado y giró a ver al otro para comprobar si este mentía o no. Pero el rostro del castaño mantenía una brillante sonrisa —¿Ahora sí quieres ir? — este le guiñó el ojo y con su dedo índice le dejó un pequeño toque en la nariz.

Mordió sus labios y luego sonrió, sonrió brillante, tanto como su hipocresía le permitía.

Si bien le gustaba cuando Jihoon estaba, le gustaba más cuando no, ya que era ahí cuando no podía ver las escenas ridículamente cursis que tenía con Junkyu casi todo el tiempo.

—Veré si puedo hacer mis cosas rápidamente e ir con ustedes— Hyunsuk alzó las cejas y se giró para esta vez sí lavar los platos, ignorando por completo el rostro emocionado del otro.

Escuchó la risa del más alto, esa típica risa engreía, como la de un niño que acababa de conseguir un dulce por el cual había hecho un gran berrinche.

—¡Genial! ¡Le avisaré a Hoon que vienes con nosotros! — Escuchó por última vez antes de que se escuchara la puerta de la cocina ser cerrada.

—¡Genial! ¡Le avisaré a Hoon que vienes con nosotros! — Escuchó por última vez antes de que se escuchara la puerta de la cocina ser cerrada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Hyunsuk estaba en el asiento trasero y podía ver como incluso manejando las manos de Junkyu y Jihoon siempre permanecían juntas.

Decidió dejar de ver manos ajenas y pegó su frente a la ventana del auto para ver el paisaje lluvioso.

Había una pequeña llovizna acompañada de un brillante y caluroso sol, pronto se formaría un arcoíris, todo se veía tan bonito y trágico a la vez que tuvo que morder sus labios para evitar llorar.

—Sukie ¿Estás bien? — Soltó un gruñido bajo, el rubio lo estaba viendo por el retrovisor.

—Sí, no te preocupes — Respondió aun sin despegar su frente de la ventana, pero viendo de reojo al rubio. — ¿Cómo te fue esta semana en el trabajo? —

—Bien, la agencia es aburrida a veces, pero no me puedo quejar ¿Cómo te fue en el viaje? — Soltó un suspiro silencioso y se despegó lentamente de la ventana al sentir el entumecimiento que comenzaba a sentir en su frente. Se sentó pegando su espalda al asiento y veía el reflejo del rubio por el espejo retrovisor central.

— Odio viajar, me marea, pero resolví los problemas con esa empresa japonesa, conocí a un tipo— Este arrugó la nariz. Estaba recordando —¿Cuál era su nombre? ¿Yoni? ¿Yoshi? ¡Yoshi! Él estuvo conmigo todo el tiempo y fue agradable, lo invité a la bo-— Jihoon mordió sus labios y Junkyu saltó levemente del asiento. 

—¡Ya casi llegamos! — Junkyu "interrumpió" a Jihoon y le dio un golpe en el vientre.

El tercero vio la extraña escena con el ceño fruncido, pero decidió ignorarlo, ese par era tal para cual, ambos eran unos idiotas, no debía prestarle demasiada atención.

El tercero vio la extraña escena con el ceño fruncido, pero decidió ignorarlo, ese par era tal para cual, ambos eran unos idiotas, no debía prestarle demasiada atención

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Al ver lo hermoso que era ese lugar, Hyunsuk casi se pone a llorar, era realmente impresionante.

Había árboles y flores por todas partes e incluso debido a la corta lluvia que hubo se había formado un arcoíris.

Aparcaron el auto en la entrada del lugar y caminaron hasta la cima de aquella montaña, armaron la mesa y empezaron a colocar todo.

Bueno Hyunsuk y Junkyu lo habían armado ya que Jihoon había desaparecido después de trasladar todo del auto a aquella montaña.

Luego de unos minutos este apareció con dos botellas de vino y una pequeña caja.

Terminaron de preparar la mesa y empezaron a comer.

Jihoon hacía bromas, Junkyu reía a carcajadas, Hyunsuk sonreía viendo al par.

Como en cada almuerzo, lo únicamente diferente era el lugar.

Al terminar de comer empezaron a guardar los platos y cubiertos. Cuando el pelinegro estaba a punto de guardar las botellas, Jihoon lo tomó de la muñeca y lo hizo bajar la botella en su mano.

—Aún no Suk, tengo un anuncio que dar primero—

Lo vio confundido, giró a ver a Junkyu y este no fue de ayuda ya que veía embobado a su novio.

—¿Qué? — Tenía una extraña sensación en el pecho.

—¡Junkyu y yo nos casaremos! — Dijo sonriente, soltó su muñeca y caminó un poco para tomar la mano de Junkyu, su ahora prometido—Creíamos que deberías ser el primero en enterarse— ambos sonreían de oreja a oreja, se veían tan brillantes que Hyunsuk no pudo evitar sonreír. 

Aunque su corazón en ese mismo instante se hubiese destrozado.

Los tres volvieron a tomar asiento, el pelinegro abrió una de las botellas y sirvió en copas.

Cuando la pareja apenas terminaba una copa, el mayor ya iba por la sexta.

De alguna manera tenía que ahogar esa furia y llanto dentro de su corazón.



𝐑𝐚𝐢𝐧| choi hyunsukDonde viven las historias. Descúbrelo ahora