III

642 25 1
                                    

Pov Lyall

-Amaris..- la llamo con voz suave para despertarla

-Cinco minutos más- dice aferrándose a mi cuerpo

-Tienes examen- le recuerdo

-¡Joder! - grita y se levanta de golpe entrando al baño de mi dormitorio

Han pasado 3 semanas desde que entramos a la universidad, de momento no he tenido problemas aparte de un par de roces con otros alfas que intentaban ligarse a mi chica, pero les deje bien en claro que Amaris está conmigo y no estará con nadie más.

No he logrado hacer amistades, pero tampoco es como si me interesara, sé que los alfas de aquí son unos imbéciles inmaduros, los betas parecen neutrales pero prefieren juntarse con sus pares y las omegas no paran de tirarme indirectas bastante directas de que quieren tenerme cerca. Pareciera que estas últimas llevaran todo el mes en celo y eso me recuerda que pronto comenzara el celo de Amaris

Entro al baño, la veo envolviendo su cuerpo en una toalla y mirándome expectante con una sonrisa en su rostro.

-Cuando empieza tu celo?- pregunto curiosa apoyándome en la puerta tras cerrarla

-Debería empezar este viernes, pero sabes cómo funciona para mí, cuando llega no lo noto hasta el segundo día y como paso mucho tiempo contigo no creo que notes el aumento de mi aroma para poder anticiparlo- responde con un sonrojo en sus mejillas

Como llegué el mismo día que entramos a la universidad no hemos tenido tiempo para intimar, aunque no diría que es un problema para nosotras. Nuestra relación siempre fue más amorosa que carnal y si soportamos todo un año sin hacerlo unas cuantas semanas no fueron la excepción.

Me acerco a ella tomándola en brazo y haciendo que entrelace sus piernas en mi cintura para luego sentarla en el lavamanos. Miro sus ojos que tienen ese brillo especial que me enamora cada día más, acerco mi rostro al suyo hasta conectar nuestros labios en un beso tierno y calmado, sin intenciones de subir de tono y solo expresando todo el cariño que nos tenemos.

Cuando estamos en público no puedo tratarla de esta forma, debo aparentar ser fría y dura para protegerla. Sé que ella lo entiende, pero por esa misma razón aprecia muchísimo los momentos en los que estamos solas y puedo ser la loba que ella conoció cuando éramos adolescentes, tierna, atenta y expresiva.

-Apresúrate para que nos vayamos juntas- dice separándose del beso, pero sin despegar su cuerpo del mío

-Debes soltarme para eso bebé- respondo en tono juguetón dando un beso en su nariz

Amaris sonríe y baja del lavamanos dándome un abrazo rápido para luego ir a secar su cabello

Entro a la ducha y siento su aroma a mango mezclado con el vapor del aire pesado. Cuando salgo de mi trance me doy cuenta de que ella ya ha terminado de arreglarse y me apresuro para alcanzarla

Llegamos a la universidad y noto como todos nos miran o más bien miran a Amaris con cara de babosos haciéndome enojar, ella se remueve incomoda a mi lado mientras la acompaño a su salón cuando entiendo porque tanto alboroto

~Tu celo se adelantó~ - la reprendo mentalmente

Se detiene abruptamente pegándose a mi cuerpo

-lo siento, se supone que llegaría después- dice con mirada triste

Puedo sentir como su loba baja las orejas y mantiene su rabo entre las piernas

-iré por los supresores luego de que entres al salón- digo abrazándola para darle tranquilidad

La dejo dentro del salón y camino a paso rápido por el pasillo para poder llegar a una farmacia y volver lo antes posible, pero tengo la mala suerte de encontrarme con mi maestro de esta hora.

-Lyall, ¿a dónde cree que va? La clase queda hacia el otro lado- dice con voz firme y ceño fruncido

-Debo ir a la farmacia, no me siento muy bien- respondo intentando mantener la calma

-Al salón, ahora- gruñe las últimas palabras

Nos quedamos mirándonos fijamente, su mirada es dura y la mía desafiante, a pesar de que usara su voz de alfa conmigo, no me inmuto en lo más mínimo, eso es lo bueno de estar tan conectado con tu lobo interior al punto de ser uno solo. Si fuera por mi nadie podría pasarme por encima pero lamentablemente sé que si me retiro puede hacerme la vida imposible en su materia por lo que decido ceder.

Noto que el se ve sorprendido ya que cualquier otro lobo le hubiera hecho caso agachando las orejas y siguiéndolo en completo silencio en cambio yo me mantuve firme en mi postura haciendo finalmente una seña de que emprendiera su camino para seguirlo.

Entro al salón y texteo a Amaris esperando que vea el mensaje antes de su examen, explicándole que pasare por ella al terminar mi clase y que iremos juntas a la farmacia debido a mi inconveniente con el maestro.

Hijas De La LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora