Encapuchado (Chilensis) PAUSADA

Capitulo veinte

No había visto al Amaro desde el día que fuimos al skatepark. Me sentía desanimada a veces por no saber nada de él, se había vuelto una rutina verlo frecuentemente. Hoy era el día del evento en mi casa. Había faltado clases para ayudar a mi mamá y así no tener que andar con el Federico camino a la casa.

Mi mamá no se negó a mi ayuda así que, aquí estaba haciendo postres que luego ni probaría, pero una sonrisa ante todo dijo mi mamá.

-¿Mamá, así está bien?- Dije mostrándole el postre con crema.

- Si flo, ya me preguntaste diez veces lo mismo.-Siguió haciendo más bocadillos los hacía súper rápido, yo con suerte llevaba treinta y ella sus cien-.¿A que hora llega el fede?

-No cacho.- respondí con fastidio, aguantar casi toda la semana a ese weón me estaba superando.

-Ojalá sea luego, necesitamos ayuda con unas cosa afuera.- dijo dejando la bandeja en la mesa.

Sentimos la puerta y mi mamá fue al encuentro de mi papá que solo venía de vuelta y pasá, el llegaría en la tarde con el papá del Fede, buena manera pa no hacer nada.

Sentí sus murmullos pero no tomé en cuenta y seguí en lo mío. A los segundos después entro mi mamá con carita de pena.

-¿Mamá Estai bien?- me acerque a ella.

-¿Ah? Si, sigamos con esto mejor.- tomo una bandeja y la dejo en otro mueble.

-¿Cuantas personas vendrán, mamá?- ya teníamos muchas cosas hechas, como para un regimiento.

-Como cien.

-Ahhh poquitos po.- suspiré.

-Florencia, deja tu pesadez. Esto es muy importante para la familia y para los padres de Federico.

Solo la ignore y seguí con lo mío, ya estaba aburrida de tanto shows.

(...)

Ya habían pasado más de tres horas, me dolía la mano tanto decorar cuestiones, vi al Federico desde la ventana de la cocina, el estaba sacando las sillas y ordenando las mesas, menos mal no me había webeado en todo este rato porque habría terminado con todos los pasteles en la cabeza.

Mire la hora y faltaba poco para que empezara a llegar la gente, mi papá estaba fumando con el papá del Federico, su mamá que era un amor, andaba ayudando a decorar las mesas. Cuanto odiaba estos eventos, ya sabia que para organizadora de estas weas yo no servía.

El Federico entró, ni siquiera me miró, para mi era mucho mejor,  que ni se pusiera a respirar a mi lado, empezó a buscar en los muebles, abría y cerraba las puertas hasta que me colapso cuando iba llegando a donde estaba yo.

-¿Que mierda buscai?- le pregunte ya chata.

Solo me corrió de un empujón suave y me gane al otro lado de la mesa.

-Que te importa.- siguió abriendo los cajones. Yo solo rodeé los ojos, era demasiado inmaduro.

-Los servicios los tiene tu mamá, afuera.- la tía había entrado unos minutos antes que él. El Federico bufó por lo bajo y salió de la cocina.

Me puse a reír, ya que se hacía el choro y todo le salía mal cuando estaba en esa parada.

Escuche el timbre y luego de eso un grito de mi mamá para que abriera la puerta. Fui soltando chuchas, sabia que iba a empezar la gente y me tendría que ir arreglar, no me iban a permitir andar con buzo.

Abrí la puerta y quede helada.

La Agustina estaba sonriéndome.

-Hola flo.- me murmuro pasando por mi lado.

-¿Que haces acá? - le pregunte enojada.

-¿Que crees tú?, el fedecito me invitó y no podía faltar.- hizo un falso puchero.

-Mira que pena, pero estás en mi casa así que ándate nomás.- la agarre del brazo y la empuje hacia la puerta.

-Oye Flo, ¿Que te pasa?- Suspire pesadamente, Era broma esta wea.

Me di la media vuelta y ahí está el conchesumadre. Los putié en tres idiomas que no yo sabia que existían en mi mente.

Deje a los tórtolos ahí y me fui a mi pieza, si total ya me tenía que ir a cambiar. Me tome mi tiempo en la pieza, si ya estaba todo listo, empezaron a pasar los minutos y cada vez se escuchaba más bullicio en la primera planta, con toda la paja del mundo empecé a buscar mis cosas y me fui al bañar.

Me demoré una hora en arreglarme, mi mamá me había dejado un vestido blanco de seda en mi cama, era bonito pero no me gustaba para la ocasión, suspire solo debía aguantar un par de horas.

Salí con la mejor sonrisa falsa que tenía. Mi mamá en cuanto me vio, sonrió orgullosa y así fueron la mayoría de la reacción de los presentes, me sentía muy incómoda. Mi mirada cayó en la agustina que estaba con la mirada ensombrecida.

Ignore los halagos que me dieron en cuanto llegue a saludar, ya me había bastado con las miradas que me habían dado.

-Hija te quiero presentar a alguien.- mi mai me agarro del brazo y me llevo hasta donde una señora con la que estaba el Fede, si mal no recordaba la había visto en alguna foto familiar en la casa del Federico pero eran unos a vagos recuerdos.

-Te acuerdas de Cristina, es la tía del Federico y fue mi mejor amiga en el colegio.- las dos se sonrieron-. Que pequeño es el mundo, ¿no?.

-Si, no tuvimos oportunidad de conocernos antes Florencia ya que estuve mucho tiempo en Europa.- ya me acordaba que me habían contado de la supuesta tía de Europa.

-Ah si, mucho gusto.- murmure media ida con la situación.

-No el gusto es todo mío, por fin conocer a la niña que está con mi sobrino y resulta ser la hija de mi querida amiga.- dijo orgullosa.

Abrí la boca para corregirla, pero mi mamá se adelantó.

-Las coincidencias son muy grandes po' galla.- dijo riéndose.

El Federico me miró y solo negó con la cabeza.

-Si nos disculpan.- les sonreí, tome al fede de la mano y lo lleve a una parte apartada donde no escuchara su famosa tía-. ¿Por que no aprovechas este gentío y presentas a la Agustina como tú polola?

-Es muy pronto..

-Eso no lo pensabas cuando te la estabas tirando.- dije interrumpiéndolo en un susurro fuerte.

-Deja que crea mi familia que aún estábamos juntos, los únicos que saben son tus papás, los míos piensan que estamos peleado nomás.

-Mira ese no es mi problema, yo no estoy pa este webeo, te pasai pa care raja weón.- lo deje solo, ya no soportaba este circo, cuando iba pasando por la puerta de la cocina me agarro del brazo mi papá, cerro la puerta y lo mire confundida.

-Florencia más vale que te comportes y necesito que finjas por hoy que aún estás con el Federico.- me dijo golpeado.

-¿Que?

-Lo que escuchaste, así que cambia la cara.

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No iba actualizar a esta hora pero por si las moscas,,,, se que actualizo una vez a las miles pero hay veces que tengo motivación e ideas para la historia, en verdad estaba pensando en pausarla pero weno aún estábamos aqui, ahora llevo la mitad y muchas ideas para el otro capítulo así que si o si lo subo en estos días, no se lo pierdan que va a quedar la cagá,,,,, aaahhhh y sorry si hay algunos detalles q no concuerdan es que tanto tiempo sin Escribir que se me estaba olvidando la historia, así q si hay algo q no cuadra me dicen para arreglarlo.

BESITOS GATITAS,,,muak muakkk💋, cuídense y votennnnnn para saber que siguen aquí:(

Regalito de la guerra, antes de moricirr

23/02/2022