Encapuchado (Chilensis) PAUSADA

Capitulo seis

El bandido me quedo mirando con los ojos entrecerrados y luego abrió su banano y sacó una bolsita.

Negué ser la mina de la marcha, no sabía cómo iba a reaccionar el mino que lo acompañaba.

Me estiro la mano. La mía tembló cuando hizo contacto con la de él. Le pase la plata y el me pasó la bolsita.

Me di vuelta para irme pero me tomaron del brazo.

-Espera.- me dijo y giré la cara hacia él-. Tu vuelto.- me pasó tres lucas.

El mino que estaba al lado, lo quedó mirando incrédulo.

-Pero weón.- le habló.

-Elias, son mis negocios.- Fue lo único que le respondió.

-Eh ya, dale.- Susurre y me fui de ahí.

Cuando llegue a la esquina donde estaba la Romina pude respirar con normalidad.

-¿Como te fue weona?, ¿Conseguiste el número?- me pregunto abriendo los medio ojos.

-Romina...- Dije con lentitud.

-Ah si te estoy webiando nomás.- se puso a reir.

Le pase la bolsita y la plata.

-Yo sabía que te la iba a dejar más barata a ti.- hizo un gesto culiao raro de Victoria.

-¿Oye el Fede no ha llegado?- le pregunté.

Ella frunció el ceño y miro el lugar.

-Si, parece que lo vi llegar, no estoy segura pero llámalo po.- me aconsejo.

-Teni razón.- saque el teléfono y me puse a marcar su número.

Ninguna respuesta tuve. Mordí mi labio y solo le sonreí a la romi que me miraba preocupada.

-Tranqui, quizás salió a comprar algo.- me tranquilizó.

-Si puede ser.- murmure confundida.

-Oye Romina.- grito un cabro que no cachaba.

-Flo, tengo que ir un poco pero altiro vuelvo.- me sonrio.

-Si, anda nomás.- le dije.

Ella se alejó y mire al dealer, estaba vendiendo pero su amigo ya no estaba con él.

El me miro y yo quite la mirada rápido.

Note que se empezó acercar, tome mi teléfono para fingir que estaba haciendo algo.

Se apoyó en la pared cercana a mi, contuve el aire y levante la mirada.

Me estaba mirando fijamente.

-¿Por que me mirai tanto flaquita?- me dijo.

-¿Ah?

-Eso po.- hizo una pausa-. No pensé volver a verte.

-Yo tampoco a ti, de verdad muchas gracias por lo que hiciste.- le agradecí sincera.

-No fue nada.- sacó una cajetilla-. ¿Queri?

-Eh, ya po.- me pasó un cigarro y el mismo lo prendió-. Gracias.

-¿No era pa' ti la...

-No, era para una amiga.- lo interrumpí. El asintió.