Lo único que queda de ti y de mi son solo bellos recuerdos que atesoro con mi todas mis fuerzas, las promesas, los apodos y el juntos para siempre serán algo que se quede conmigo en mi memoria al lado de todos los momentos a tu lado.
Siempre vas a...
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10 años atrás
Taehyung caminaba por el patio de la escuela secundaria, llevaba audífonos en sus oídos, miraba al cielo mientras se preguntaba que se sentiría volar; saboreaba la paleta roja que llevaba dentro de su boca y disfrutaba de su soledad durante el descanso que la escuela le brindaba, eran 30 minutos diarios en los que se podía hacer preguntas banales y sin sentido, 30 minutos en los que Taehyung podía ser Taehyung.
— Hola...
Irrumpió un esbelto chico con cabellos rubios y ojos grandes y brillantes, Taehyung se quitó los audífonos y de inmediato presto atención.
— Hola, ¿Que necesitas?.
— Oh, lamento molestarte pero soy nuevo, me llamo Jeon Jungkook y creo que me perdí, ¿Podrías ayudarme?.
— Ah... Si, me llamo Kim Taehyung soy de la clase 509 ¿Que necesitas?.
— Justo eso, llegar a la clase 509.
— Oh, parece que es tu día de suerte, ¿Ya te asignaron casillero?, Tu mochila se ve muy pesada.
— Si, pero no sé dónde está, estoy muy pérdido es una escuela tan grande que no se a donde ir.
— Dime cuál es, te ayudaré a buscarlo y mientras lo encontramos cuéntame de dónde vienes y por qué estás aquí.
— De acuerdo— el joven busco con la mirada en aquel papel— Casillero 235.
— Curioso, está enfrente del mío.
El chico de cabellera rosada sonrió comenzó a caminar junto a Jungkook.
— Mis padres y yo nos tuvimos que mudar a Seúl por trabajo, a mi mamá la promovieron y mi padre tuvo que buscar un puesto disponible en una de las sucursales de su empresa aquí para no dejar sola a mi madre, por eso estoy aquí a medio ciclo escolar.
— Llegamos, el mío está ahí y el tuyo está aquí— señaló aquel chico— entonces ahora tienes que empezar desde cero, supongo que fue difícil despedirte de tus amigos y conocidos.
— No, de hecho no lo vi como un "adiós" sino como un "hasta pronto", mis abuelos aún viven en Busan así que tendré oportunidad de visitarlos cada mes.— respondió el rubio mientras pasaba su mochila hacia el frente de su cuerpo para sacar la llave de su candado.
— Entonces estás bien con el hecho de la mudanza y todo eso, pareces muy maduro, otros en tu lugar estarían vueltos locos además de que estarían molestos con sus padres.
