Ayano al final termina dejando de lado la idea de quedarse con Taro Yamada, pero con lo que no contaba es que todas sus antiguas rivales cambiarían de forma muy drástica su forma de pensar hacia ella.
actualizaciones lentas
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ya era fin de semana y por fin la azabache tendría su tan preciado descanso del ajetreado horario escolar. Desayunó, se dio un baño y se vistió con un short azul vaquero, una blusa a rayas blancas y negras, medias negras que llegaban por encima de la rodilla y unos tenis blancos con detalles dorados; agarró su mochila y metió su teléfono, su billetera, una libreta, un suéter y su paraguas por si acaso llovía y salió de su casa a hacer las compras de la semana.
-¿a dónde iré primero?- se cuestionó la azabache mirando la lista que había escrito en la pequeña libreta, estaba tan distraída leyendo la lista de compras que para cuando reaccionó había chocado contra alguien provocando que fuese a parar al suelo.- Dios, lamento much... Oka-san?- Ayano miraba a la chica que había tirado.
-H-hola Ayano-san, perdóname por no fijarme- La más baja se disculpó con la chica que estaba frente a ella.
-no, no, fui yo quien chocó contigo, soy yo quien debo disculparme- Ayano le extendió la mano a Oka para ayudarle a levantarse.-¿qué haces?- preguntó aún sin soltar la mano de la chica
-e-em... nada en p-particular y tú?- Oka miraba sus pies para tratar de esconder lo roja que estaba.
-voy a hacer las compras, ¿quieres venir conmigo? sería bueno conocernos mejor ya que casi no he compartido tiempo contigo- Ayano le sonrió a la de baja estatura recibiendo un asentimiento como respuesta.
Ambas azabaches se encaminaron al centro a buscar lo que necesitaba la más alta, de camino ninguna supo como iniciar una conversación por lo que hubo un silencio un poco incómodo, pero lo que ninguna de las dos sabía era que una chica de cabellos púrpura las espiaba a lo lejos junto a otra persona.
-repíteme por qué tenemos que seguirlas Kizana-san- El chico azabache miraba con intensidad a las chicas que estaban entrando al gran edificio.
-recuerda que te prometí que llegaría al fondo de esto y eso estoy tratando de hacer- dijo Kizana.
-bueno... sí, ¿pero tenías que venir vestida así?-Taro señaló la ropa que traía puesta la contraria. Kizana vestía con unos Jeans color azul rey, un buzo color negro que tenía escrito en letras blancas "his queen has arrived" en la parte de la espalda, tenis blancos y gafas de sol.
-Cariño, no puedo permitir que descubran mi identidad, allá tu si te ven- dijo Kizana quien salió de su escondite con Taro de rastras para entrar al centro.
.
.
Las azabaches caminaban tranquilas por todo el lugar comprando lo que estaba escrito en la lista, Ayano se encontraba hablando con el carnicero mientras Oka la esperaba apoyada en la orilla del barandal, en eso, tuvo una extraña sensación de que la estaban mirando fijamente por lo que disimuladamente, empezó a buscar con la mirada y grande fue su sorpresa al encontrar al chico del cual se sentía enamorada antes mirando con intensidad a Ayano.
