PARTE UNO: NARRADO POR GUILLERMO
Puedo llegar a ser bastante patético a veces.
Desde hace un tiempo que vengo considerando la idea de mi lamentable yo. Sobre todo cuando miro mi estudio personal. Desde que había ingresado a la academia de artes y deportes, mi pasión incrementó a unos niveles insospechados. El motivo de ello, en primer lugar fue el haber encontrado el lugar de mis sueños, donde podía juntar mis dos pasiones, el nadar y la fotografía. Combinándolos incluso. Un lugar en el cual pudiera hacer eso se tenía que considerar perfecto. Hasta irreal, diría.
Además el ingresar aquí no fue para nada fácil. Por que sabemos que toda perfección tiene su precio y era exactamente eso lo que lograba ponerme las cosas complicadas. Gracias a dios había logrado quedar entre los diez becados de la academia, sorprendiendo a mis padres por ello e incluso a mí, que pensaba que no había ninguna chance y que mis esperanzas de ser un estudiante de aquí habían acabado nomas ingrese a dar aquel examen. Donde por cierto logre aprobar con una calificación excelente. Poniéndome aun más en presiones. Después de todo, siendo un becado entras teniendo que mantener tal cual ingresas, con calificaciones altas y buena conducta. Lo último no era tan difícil, lo que si me costaba era la idea de encerrarme en mi cuarto a la hora de exámenes y concentrarme en solo estudiar. Siempre he sido un tanto curioso y eso afecto en muchas ocasiones mi concentración. Gracias a dios y siempre el karma estaba de mi lado. Puesto que si no ahora estaría en cualquier otro lugar y no en un estudio como este. Que por cierto, al ser parte del club de fotografía, también se me había sido concedido mi propio cuarto oscuro, donde al ser yo el único propietario de la llave, tenia toda la privacidad que necesitaba. Algo muy útil cuando se trataba de estudiar... y de guardar mí secreto. Ese secreto que era mi segundo motivo por el cual me había empecinado en ingresar a esta escuela.
Jamás había comentado con nadie el otro porque de mi estadía en la academia. No hasta este día. Maldigo la hora en que se me olvido dejar mi cámara en la cama. Y maldigo también mi mala suerte de que fuera mi compañero de cuarto el que la cogiera para husmear. Si no hubiera ocurrido ello, ahora no estaría metido en este embrollo, menos aun, no tendría que mostrarle mi lugar para que entendiera lo que yo lograba ver atraves de mi cámara.
-Vale, es aquí.- Comente, abriendo la puerta para que así ingresáramos y estando ambos dentro, la cerré. No quería que nadie se atreviera a entrar, además de que también protegía el lugar de la luz de afuera.
Dentro; en silencio, note como mi querido amigo empezaba a recorrer el lugar, deteniéndose en el lugar menos indicado. Ese lugar que dejaba ver mi claro secreto, el cual se revelaba a simple vista con todas las fotos que colgaba de aquella pared. En esas imágenes, un claro objeto en común resaltaba a la simple vista de cualquiera y hacia que ese mural girara alrededor de ese tema. Ese tema que lamentablemente me había llevado a tener que traer hoy aquí a alguien mas, solo con el simple hecho de poder explicarme las fotos encontradas en mi cámara.
-Willy, tío. Entiendo que todo tiene que ver con el arte pero esto pasa la raya, eh.- Expreso Frank, mientras recorría con la mirada la pared plagada de fotos.-
El era mi mejor amigo en el instituto. Uno de los pocos que tenía, tal vez. Por ello sabia que sus comentarios siempre serian precisos y vendrían a ser sinceros. Desde que nos conocimos al ingresar aquí habíamos prometido que diríamos la verdad el uno con el otro, hasta ser hirientes si era necesario. Porque pese a que dicen que los mejores amigos también deben saber medirse para no lastimar al otro, nosotros teníamos una filosofía de vida que conllevaba a; di la verdad o no digas nada. Siendo compañeros de clases y de habitación tampoco teníamos secretos. Solo este, el cual ya siendo revelado, nos hacia quedar en igualdad de condiciones.
