Los demás meses fueron, bueno no tengo una palabra en específico para describirlos, pero estuve en una rutina constante durante seis meses más, eso significa que ya han pasado siete meses desde la última vez que vi a Cristian.
El segundo mes, fue real mente desgastante y horrible, el tercero estuvo un poco mejor, el cuarto mes, al menos ya no se sentía como el segundo, y en el quinto mes tuve una recaída, no quería salir ni hacer nada, pero en el sexto mes, todo mejoró un poco más, ya no me sentía como antes, logré salir del hoyo en donde estaba, y justo ahora estoy en el séptimo mes, extraño a Cristian pero me alegra decir que ya no lo extraño como antes, aún no lo olvido, pero ya no lo pienso todo el tiempo.
No lo odio, no, no podría si quisiera, solo odio todo el dolor que me hizo pasar.
Y tal vez también se estén preguntando ¿como es posible que no lo has visto durante siete meses? Y bueno, ni siquiera yo se la respuesta, supongo que el esta haciendo un gran trabajó porque ni siquiera me lo he topado por casualidad, ni lo he visto de lejos, y bueno tal vez, yo también estoy haciendo un gran trabajó porque, solo voy a la escuela, llegó a mi casa, hago la tarea, y después me voy al gimnasio, oh si, no les había dicho, pero ya tengo seis meses yendo al Gym sin falta, me ha servido de mucho, no solo para mantenerme en forma, si no que también me ha servido para no pensar demasiado, me distraigo, y debo admitir que ya hasta me gusta ir.
Supongo que es parte de mi proceso de superación.
Les voy a contar un poco de como estuvo mi cumpleaños, yo cumplo el 22 de Julio, mi mamá quería que hiciera una gran fiesta para festejarlo, pero yo no quería nada, ese día quería que pasará en desapercibido por completo, no quería ver a nadie ni festejar nada, aún que debo decir que yo amo festejar mis cumpleaños, siempre quería una gran fiesta, con toda mi familia y amigos, solo cumplimos una vez al año, no es de todos los días, pero por esta ocasión sentía que no tenía nada que festejar, el abuelo ya no está, Cristian ya no está, la abuela, no quiere salir ni ver nadie, ¿realmente tenía algo que festejar? Mhmm no, pero mi mamá no quería que pasará el día por desapercibido, así que intentó organizar algo, pero al final, yo no salí de mi habitación, solo estuve encerrada, escuchando música, y viendo algunas fotos que tengo con el abuelo, y también se que para mamá esto no estaba siendo fácil, pero supongo que cada quien vive su duelo a su manera. Liam en la noche entró a mi habitación con un mini pastelito.
-Puedo pasar?
-Supongo que si.
Abrió la puerta y entró a la habitación, cerró la puerta detrás de el y sentó en la esquina de mi cama.
-Te traje esto.
Me enseñó el mini pastelito que tiene en las manos.
-Es encerio Liam?
-Hoy es tu cumpleaños, no lo iba dejar pasar.
Eso.....fue bastante lindo de su parte.
El tiene una sonrisa de boca cerrada.
-Gracias.
-No hay nada que agradecer.....se supone que también tengo que cantarte las mañanitas?
El hizo una mueca bastante tierna.
-Oh no, sin cantar por favor.
-Uf que bueno porque no pensaba hacerlo.
Eso me hizo sonreír un poco.
-Idiota. -me encogi de hombros-
-Bueno al menos sonreiste, eso ya es un avance.