Amores de espejo

CAPITULO 12

*Seguimos en pov Kattie*

Anoche me di una larga ducha en agua tibia, estaba cómoda en la bañera y sentia que todas mis preocupaciones se iban. Ahora estoy más calmada.

Tampoco tuve tiempo de pensar en mi insidente con Dean, porque apenas toqué la almohada caí en un profundo sueño.

Y esta mañana fue agotadora, lo mismo de siempre: Me levanté apurada, desayuné mientras mamá me apuraba, teniamos que ir a la conferencia en el centro comercial, la mandan a varios lugares para hablar, algunas veces repite.

Salimos, y llegámos rapidamente.

Ahora estoy en una de esas maquinitas con comida, desayuné rapido, si es que a eso se le podia llamar desayuno. Casi no comi.

Empezó a atracarse el dinero, oh no, ¿Porque ahora? Mi barriga esta sufriendo, si no pruebo bocado de algo que sea comestible, desmayaré.

-Estoy frustrada, maquina tonta- Suspiré rendida.

Esas maquinas siempre traen problemas- dijo una voz conocida a mis espaldas, y con un toque de diversión- Eh aqui la misma situación.

Todas las inseguridades de la noche anterior regresaron.

Habia olvidado que él trabajaba aqui. Carajo.

Le di una excusa, y parecia darse cuenta de que algo andaba mal, pero por más que a mi me gustará, nesesitaba mantenerme alejada de su lado.

Algo que me atrapó de improviso fue que me agarró del brazo antes de poder escabullirme.

-¿Que es lo que esta pasando?- preguntó- ¿Hice algo mal?

¿Algo mal? No tengo idea, nosé que es lo que vi ayer en la noche. Estoy muy confundida.

Dean nesesita respuestas, pero yo enserio nesesito darme un poco tiempo.

- Lo siento, de verdad no sé como explicarlo-  respondí, soltandome y regresando a la sala de conferencias.

Cuando estuve lo suficientemente lejos, me sequé las lagrimas que empezaron a brotar, respiré ondo.

Tenia que calmarme, no podian verme asi.

Dentro de esa sección no habian baños para poder arreglarme, o almenos yo no sabia donde.

Pensé en Dean y se me undió el corazón, una ola de tristeza se vino hacia mi de nuevo.

Y así me encontraba, ocultando mis llantos y esperando a que acabe la conmosión, para regresar junto a mi mamá.

Estaba aspirando aire y pasaba mis manos por mis mejillas, viendome en un vidrio de por ahi, esperando que no se noten mis ojos rojos.

-Hey- Sentí una mano en mi hombro. Sabia de quien se trataba.

Cameron Gomez, un chico simpático de ojos marrones y cabello castaño claro. Conoció a Kattie en una de las tantas charlas que daba su mamá, pues curiosamente, la suya tenia el mismo trabajo, y al igual que Kattie, él tenia que asistir.

Se callerón bien desde la primera vez que hablaron, Cameron era el tipo de chico con el que te sentias en confianza.

Ahora estaba usando un traje azul, hecho presisamente a su talla. Tenian que verse bien, una ejecutiva importante habia llegado al Perú en esta ocación.

Conforme pasaba el tiempo, se volvieron mejores amigos.

Alana no lo conoce, pero Kattie siempre le habla de él cuando viene con su madre a un evento.