=One-Shot 3=

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Norcorea x México 

Corea del Norte. La gente lo veía como alguien extremadamente serio y responsable, en especial cómo un country muy peligroso, pero era todo lo contrario, su hermano y sus amigos más cercanos sabían que el tipo era un hijo de su perra madre, siempre rodeado de chicas lindas, hacía lo que se le daba la regalada gana, no pensaba en los demás. Su gran empresa le hacía ganar billones de dolares los cuales gastaba en armas y estupideces.

Generalmente Corea del Norte iba a un local de comida rápida con su gemelo, Corea del Sur. Está vez el sureño decidió ir a un strip bar, Norte solo acepto porque sabía que allí podía hacer sus maldades a gusto sin que le dijeran nada.

-들어봐, 다시는 날 곤경에 빠뜨리지 않길 바라 (Escucha, espero que no me vuelvas a meter en problemas)-  aclaro Surcorea ya que su hermano era un mala copa, -진정해, 동생아, 미친 짓은 안 할게... 아마 (Cálmate hermano, no haré ninguna locura ... tal vez)- esas palabras no calmaban al menor quién solo se agarro el puente de la nariz.

El de la estrella entro como si fuera el dueño del lugar, se quitó sus lentes obscuros y se sentó en la barra con su hermano, -나에게 위스키를 줘 (deme un whisky)- ordeno al barista, mientras su hermano pidió una cerveza. Las bebidas fueran servidas junto con unas botanas. -거기 가자 (vamos para allá)- sugirió el menor señalando la pista de baile, que estaba cerca de un escenario donde los stripers hacían sus rutinas, el otro accedió.

Los hermanos bailaban al ritmo de la música electrónica que sonaba. Pronto el sureño se separo de su hermano ya que un country de estrellas amarillas lo invitó a bailar, el norcoreano no se percató de que su gemelo lo había abandonado, en fin, continuo bailando hasta que se cansó y regresó a la barra donde pidió unos cuantos shots frutales y cerveza.

//puedes poner la canción aquí minuto_0:27//

En el escenario se hizo presente un chico de piel tricolor y ojos grandes de color negro. Llevaba un traje de conejito de la marca playboy, se veía tímido pero valla que sabía moverse muy bien, tomó el brillante tubo de metal con ambas manos, con un ritmo rápido subía y bajaba moviendo su trasero en círculos, dejó el tuvo para luego pararse enfrente del escenario para caminar sensualmente en la orilla de este, luego dos countrys más aparecieron haciendo el respectivo paso de baile del vídeo musical de PSY, con el mexicano en medio de los otros dos mordiendo el labio inferior sensualmente. Los tres al mismo tiempo dieron la espalda al publico moviendo  sus caderas al ritmo de la música. Los dos countrys se fueron para otra vez dejar solo al latino quien volvió a usar el tubo como parte de su rutina, esta vez subió a la parte alta donde soltó las manos y con solo el agarre de sus piernas dejó caer el torso de su cuerpo viendo de cabeza a los presentes. La canción termino con muchos aplausos y piropos para los tres latinos.

El coreano, quería que ese chico tricolor fuera de el y quería hacerlo suyo y cuando este quería algo lo tendría, ya tenía un plan pero el problema era convencerlo.

Fue a la salida de los camerinos y espero a que el mexicano saliera. ¿Acosador no? pero era la manera del norteño.

El mexicano salio algo agotado del lugar, sin saber quién estaba ansioso por verlo, -안녕 얘야 (Hola pequeño)- dijo Corea, haciendo que México soltara un fuerte grito de miedo , el otro por reflejo le tapo la boca lo que asusto más al menor -por favor no me mate- suplicó el tricolor, -ey tranquilo no te voy a matar- hablo en español para que le entendiera, -de acuerdo señor- dijo con miedo, -bueno en realidad, quisiera pedirte algo- dijo con voz seductora, el mexicano no era tonto sabía a lo que se refería -lo siento pero no-, el otro se sorprendió nunca le habían dicho que no, le gustaba, -dime que quieres y te lo daré- insistió, -puedo conseguir todo lo que desees y más-, el mexicano lo pensó, el coreano era guapo y sexy, además no le vendría nada mal algo de dinero, -de acuerdo, pero quiero por lo menos 10,000 wones norcoreanos- por fin accedió, -perfecto-.

El asiático lo llevó hasta su auto. Un Ferrari 812; el mexicano nunca se había subido a un auto tan lujoso, en su mente pensaba que si se subía lo iba a ensuciar, -vamos a mi casa- informo el coreano abriendo la puerta para el otro, -b-bien- dijo el tricolor sentándose con cuidado. El de la estrella condujo hasta su destino llegando así a una mansión con mucha seguridad.

-방해받고 싶지 않아, 알았지? (No quiero que me molesten, ¿de acuerdo?)- susurro al guardia, el cual solo asintió, -bien, acompáñame-, el latino lo siguió dentro de la casa. -Bienvenido a tu nuevo hogar- dijo el mayor estirando los brazos, -¿m-mi nuevo qué?- preguntó, -Bien la verdad es que eres tan bonito y perfecto, no quiero que nadie más te tenga, eres mio~- susurro la última frase al oído del mexicano, -bi-bien- se puso nervioso, -Que bueno que me entiendas 내 사랑-.

Los dedos del asiático comenzaron a quitar lentamente la chaqueta que traía, luego le quitó los pantalones dejando solo su camisa y sus boxers. Lo cargó estilo princesa hasta la habitación donde lo colocó suavemente en el suelo, para luego sentarse en el borde de la cama, acercó la cara del mexicano a su entrepierna para que este lo atendiera, el mexicano abrió el cierre del pantalón y dejó al descubierto el gran miembro del norcoreano, el mexicano respiro hondo y comenzó a acariciar con torpeza el falo del mayor, -veo que eres nuevo en esto- dijo Corea tomando las manos del tricolor para enseñarle como hacerlo, avergonzado México metió la punta a su boca succionando, luego chupo su falo mientras jugaba con los testículos hasta lograr una erección, -Muy bien pequeño-.

El mayor acostó a México en la cama separando las piernas para sin dar preparación meter su miembro de una estocada tocando en punto dulce del mexicano -ahh!~- el de la estrella siguió dando estocadas tapándole la boca al mexicano quien termino mordiéndola, -pequeña mierda- dijo al sentir la mordida, -no es ah~ mi culpa que ah~ me taparas la boca ah~-  dijo entre gemidos, -bien si no quieres que tu pequeña y deliciosa boca sea cubierta quiero escuchar mi nombre- el mexicano se sonrojo más de lo que ya estaba pero cumplió la petición de su acompañante, -Co - Corea~ del Norte~ ah~- las estocadas eran fuerte y constantes, -eso es así me gusta- dijo el coreano.

Pasado un tiempo México se vino sobre las sábanas, el norcoreano tardó más hasta que se vino dentro del tricolor.

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1150 palabras

listo capitulo culero por falta de inspiración

En el océano de tus ojos //One-Shots// ☀México x Todos☀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora