Cap. 1 | Víctor

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22 de enero de 1,840

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22 de enero de 1,840

Narra Víctor

Volví a visualizarme en el amplío espejo. Sonriendo con arrogancia y superioridad hacia mi propio reflejo.

Peine delicadamente mis cabellos negros como la noche. Mis ojos celestes mostraban coquetería altanera, casi descarada.

Mi piel blanca contrastaba con mi pulcro traje negro. Este adornado con detalles dorados y blancos.

Sobre mi cabeza coloqué mi pequeña corona. Una joya plateada con diamantes celestes, para muchos una belleza, pero para mí: demasiado pequeña.

Pues a la que yo aspiraba, de momento pertenecía a otra persona, y aunque sabía que era cuestión de tiempo para que fuera mía. La espera se hacía cada vez más larga.

Ni para morirse antes, me daba el gusto.

—¿Desea algo mas su alteza? —escuché a mi lado, a aquella sirvienta de cabello castaño y cuerpo de sirena.

Esa que ni su nombre sabía, pero que conocía a perfección cada centímetro de su olorosa piel. Una piel que ahora estaba tatuada con mis dientes.

Bañando a aquella vulgar mujer, aún más en la humillación. Pues cualquier marca que se tatuara en la piel, siendo no está de batalla, se consideraba una de las más bajas deshonras. Como al ganado que es marcado por su dueño, declarando que no es dueño de su propia vida y cuerpo.

El ser humano es tan miserable.

—Puedes irte —fue mi única respuesta. De hecho, la que siempre daba.

Y no tardé demasiado en escuchar total silencio, en el cual me dediqué a simplemente seguir apreciando mi figura en el espejo.

Pues algo que debía aceptar en mi, eran los rasgos femeninos que heredé de mi difunta y amada madre.

Pestañas largas. Labios finos y rosados. Curvas que si lo deseaba, podrían ser vulgares y obscenas. Trasero pomposo y firme. Manos pequeñas, casi del tamaño de las de Elizabeth. Y piel de porcelana.

¿Cómo se verían las mordidas descaradas en mi suave piel?

Pasé con delicadeza mis dedos, recorriendo toda la extensión de mi cuello, casi imaginando las marcas y saliva.

¿Las mujeres disfrutaran más el sexo que los hombres?

—Víctor —alejé rápidamente mi mano, y al instante volteé para encarar, a quien se había encargado de romper mis fantasías.

—Elizabeth —mencioné mientras fingía una exagerada reverencia.

Ella por su parte, frunció ligeramente el rostro, algo imperceptible para muchos. Pero yo que la conocía de toda la vida, sabía que aquello, era muestra de molestia.

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⏰ Última actualización: Aug 26, 2021 ⏰

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