•Melania•
20 marzo, 2024—Tu padre se pondrá muy triste.—me dice Eleanor desde la cocina.
—Lo entenderá.—le aseguró
—Puedes quedarte un poco más al menos. No te vayas tan rápido, luego no tendré quien me ayude con las ideas locas que se lo han estado ocurriendo a tu padre últimamente.
—Confió en que podrás.
—La semana pasada de la nada dijo que quería ir a Dubái.—rió—No se en que está pensando, como también hace dos días que compro una caravana, dijo "nos iremos de paseo en ella"
—Eleanor puedes con eso y más.—la apoyo
—Ed solo tiene algo de miedo. Acabas de llegar y ya te quieres ir. Tu padre solo no quiere que te distancies.—tomó asiento a su lado.
—No me iré, solo buscaré un lugar para vivir por mi misma. Un pequeño piso o la misma residencia de la universidad, aún no lo sé pero hace unos días vi un letrero de ventas de apartamento a unas cuadras de aquí.—le explico.—Hoy me pasaré para ver cómo son y todo.
—¿Como el tiempo pasó tan rápido? Hace unos días estabas en tu último año de instituto y ahora estás en la universidad y no tan solo eso, estás buscando un lugar para vivir.
—Fue en un abrir y cerrar de ojos.—me levanto para irme.
—Te extrañaremos aquí.
—Oye aún no me voy, tal vez en una o dos semanas, depende de cómo vea el piso de hoy.
—Será perfecto.—apoya positivamente.
—Eso espero.—me despido
Bien podría tomar prestado el auto de Eleanor ya que no tendría ningún problema en dármelo por un rato, pero hace mucho que no camino por las calles abarrotadas de gente de Chicago.
Y no soy amante al ejercicio pero ya desde hace un tiempo hice una rutina para mejorar mi salud y si eso incluye mantenerme activa, todo a ido bien especialmente este último año.
He podido llevar todo mejor, pensar en mi hermana sin que duela tanto, incluso fue a su lápida que desde el entierro hace ya siete años que no iba, más bien seis porque fui dos veces el año pasado. En esas dos ocaciones solo me quede por un largo rato ahí, mirando su nombre escrito y acomodando las flores nuevas que le lleve, entre ella puse algunas de mentira para que así duren y no se marchiten a la ligera.
Me detengo en la luz peatonal. Miro a los lados porque no puedo negarlo, justo ahora lo menos que quiero es encontrármelo.
No porque no quiera o tal vez en parte si sea así, pero es más bien la vergüenza que tengo de como me fui, estuvo mal lo sé, pero no lo entendí bien hasta que ya la había cagado. Hasta que había tirado por la borda todo lo que teníamos.
Y no tan solo es la vergüenza, también es el miedo de que... de que esté con alguien más. De que haya otra chica en su ambientad amorosa. Se que no tengo ningún derecho para reclamarle, no soy quien para decirle si puede o no puede estar con alguien más. Es solo que no estoy preparada, no estoy lista para verle con alguien más que no sea yo misma.
Es egoísta, lo tengo claro, pero aún así no puedo pensar de otra manera. Quiero que sea feliz pero verle feliz con otra chica seria el doble de doloroso.
Lo cual es estúpido porque fui yo quien le dejé. Así que no tengo ningún derecho sobre nada.
Aún así sigo cuestionándomelo, tal vez por el echo de que estoy enojada conmigo misma por lo que hice, y si yo misma me siento así ni molesta, él debe estar igual o el doble.
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Caer Juntos [libro 2]
Teen FictionYa no estaban juntos. Melania y Willem, quienes habían reído juntos, quienes sonreirán estúpidamente uno al otro, quienes se sonrojaban por lo cursi de sus palabras, quienes exploraron cada centímetro de su cuerpo entre besos, caricias, lamidas, mo...