¿Has sentido alguna vez una sensación extraña, invisible, inexistente; pero tan real como la vida misma?
Una sensación que te pone los pelos de punta.
Una sensación que, sin quererlo, ocurre, y cuando ocurre, ya es inevitable no sentirla.
La gente lo llama amor, yo lo llamo perdición.
Sí, perdición, porque es como si te perdieras en alguien. Perdiendo la noción del tiempo y de tu propia persona.
Pues eso me pasa, estoy perdida, perdida por amor...¡Quién lo diría!
Yo, Jodie Jones, la chica que no cree en el amor, la que juró que nunca se enamoraría, ha caído.
Sí amigos, en mi interior sabía que tarde o temprano, esperaba que tarde, pasara.
Lo que no creía, es que fuera de él.
¡Dios mío! ¡Es de locos!
Él es mi mejor amigo, la única persona que he tenido que me ha a apoyado, que me ha hecho reír, llorar, cantar, bailar, enfadarme...
Qué irónico, ¿no? Que la persona que te hace fuerte, sea tu mayor debilidad.
A veces pienso que siente lo mismo. Por las miradas, los gestos...Pero entonces aparece Ely y todo se chafa.
Ely es la típica adolescente dulce y agradable con todo el mundo, que se margina para que la gente vaya a prestarla atención y a llamarla de todo menos fea. Además de eso, es una chica que provoca a los chicos con sus "encantos naturales" y luego los deja tirados.
En resumidas cuentas, una calientapollas sin escrúpulos.
Lo peor de todo, es que Lucas está pillado por ella.
Me jode, sí, pero soy buena amiga y tengo que ayudarme cueste lo que me cueste y duela lo que duela, porque él confía en mí y no voy a decepcionarle.