Snowflake

3

—Sunggie... las lentillas, ahora. —el castaño miró a Félix sin saber qué hacer y sin pensarlo dos veces salió del coche y abrió la puerta de Jeongin para sacarlo de ahí.

Minho volvió y los miró extrañado.

—Chicos, salgan del coche. —habló escribiendo algo en su teléfono.

—¿Jeongin? —hyunjin salió del coche extrañado viendo como Jisung tapaba los ojos del menor con sus manos.

—Tranquilo Jeongin, respira y no llores ¿esta bien? —dijo intentando calmarlo.

—No me digas que no llore, porque entonces l-lo haré... —dijo soltando algunos hipidos causando la desesperación del mayor.

—Llamaré a Félix, tranquilo. —fue corriendo hacia el coche y cuando vió a Félix despierto y algo confundido estiró de su brazo sacándolo de ahí.

No necesitó ninguna explicación al ver a Jeongin temblar mientras cubría sus ojos.

—Bien, chicos. Ya saben que hacer, utilizaremos el plan 2B.

Los dos asintieron escuchando al mayor hablar en inglés, y cuando vieron a los chicos acercándose a ellos echaron a correr.

—¡Oye Jisung! —gritó Minho preocupado y confundido por la extraña reacción.

—Los seguiremos con las motos. —se giró viendo a Changbin y a Hyunjin con cascos.

Hyunjin le lanzó el suyo señalando su moto, fingiendo despreocupación. A decir verdad es que estaba preocupado, bueno, muy preocupado.

No quería que Jeongin lo odiara, el realmente pensaba que había hecho algo malo o que lo había lastimado tanto que se fue corriendo.

[...]

Jeongin dejó de correr cayéndose al suelo para comenzar a llorar.

—¡Lo odio! ¡D-demasiado!

—¿Qué? ¿Qué e-es lo que odias?

—¡Odio tener que tener unas e-estúpidas orejas! ¡Odio esto, es asqueroso!—por cada palabra que gritaba le iba saliendo una oreja, otra, y una tierna cola. Que al instante se aferró a su cintura.

—Innie... no digas eso.

—¡Sí! ¡Sí que l-lo digo, Lee Yonbok! ¡Estoy harto! —el mayor se sorprendió por lo irrespetuoso que estaba siendo el menor.
Y sin pensarlo muy bien, le dió una cachetada en su rostro. Jisung puso su mano en su boca sorprendido por el acto.

—¿Acaso piensas que yo no lo estoy? ¿Crees que es fácil para mí porque no puedo convertirme? ¡Pues que sepas que no lo es! ¡Estoy cansado también! —gritó con todas sus fuerzas, sintiéndose arrepentido al ver a Jeongin levantar la mirada con los ojos llenos de lágrimas.

—Te odio. —susurró por último para luego salir corriendo lo más rápido que pudo.

—¡Jeongin! ¡Espera! —el castaño quiso seguirlo pero al escuchar a su mayor caer al suelo y comenzar a llorar, se detuvo.

—Jisung, s-soy un idiota... —el castaño se agachó hasta su altura negando.

—No lo eres lix, b-bueno... tal vez un poco. ¡Pero el no te odia! —se apresuró a decir lo último cuando el mayor comenzó a llorar de nuevo.