Benjamin echó la cabeza para atrás, apretando las sabanas de seda en sus manos y sintiendo la boca de Erick devorando su cuello.
— Mm, Erick... —jadeó, al mismo tiempo que la lengua del mayor recorría cada centímetro de su piel.
El morocho levantó la vista y ambos se miraron, haciendo que sus ojos se fusionen.
— ¿Estás seguro de esto? —preguntó el de barba, llevando su mano al rostro del rubio mientras la otra acariciaba su abdomen.
Ben sonrió, asintiendo y llevando manos a los hombros del hombre mayor.
— Claro que sí, Erick —susurró, dándole una pequeña sonrisa.
Erick esbozó una sonrisa y cortó la distancia entre ambos, pegando sus labios con los suyos y besándolo con gran pasión.
— Te amo... —murmuró Benjamin contra los labios del pelinegro.
Erick sonrió y acarició el rostro del modelo, sin dejar de besarlo.
— Yo... —pero antes de que el hombre le responda, una voz lo interrumpió.
— ¡Erick! —Hannah gritó, haciendo resonar su voz en toda la habitación.
Erick rompió el beso y se alejó del rubio, sorprendiendo a este.
— Ya voy, cariño —dijo el morocho, levantándose de la cama.
— ¿Dónde vas? —preguntó Benjamin, mirándolo con confusión.
— ¿A dónde crees? Con mi novia. —respondió, haciendo que el menor sienta una fuerte opresión en el pecho— me está llamando.
— P-pero... —Benjamin comenzó a balbucear, las ganas de llorar se habían apoderado de él.
— A la que amo es a Hannah, no a ti —respondió Erick, dándole la espalda y comenzando a caminar hacia la puerta.
Benjamin se llevó la mano al pecho, sintiendo como esas palabras comprimían su corazón.
— No-no... —musitó, levantándose y agarrando la muñeca del mayor.
— Lo siento, Ben, debo irme con mi novia —dijo Erick, soltándose del agarre.
Benjamin cayó al suelo, viendo como el hombre se alejaba poco a poco.
— Vuelve... —musitó, sintiendo como las lágrimas comenzaban a caer.
— Lo siento, Benjamin... —contestó, saliendo de la habitación.
— No... —Ben negó con la cabeza y se dispuso a seguirlo, pero por más que corría, la puerta se iba haciendo cada vez más lejana.
Entonces empezó a correr, sintiendo como el hueco en su interior cada vez se hacía más grande.
— Vuelve, por favor... —pidió, casi sin aliento.
Ya no ocultaba los sollozos, los cuales sonaban por encima de la voz de Erick.
— Debo irme —la voz del morocho repetía lo mismo una y otra vez, y Benjamin solo corría y corría.
El rubio apretó los labios, sintiendo sus piernas arder.
— D-ebo alcanzarlo... —murmuró, casi sin aire.
Y cuando por llegó a la puerta, la imagen que vio lo destruyo. Era Erick con Hannah en sus brazos, casi a punto de besarse, pero antes de que sus labios hagan contacto, el hombre lo observó.
— A la que amo es a Hannah, no a ti.
— ¡NO! —gritó Benjamin, levantándose abruptamente de la cama.
ESTÁS LEYENDO
Stole My Heart | Novela |
RomanceErick Bravo, un hombre que quedó huérfano a los 8 años, consigue trabajo como jardinero en la mansión de los West, una familia multimillonaria que está compuesta por Colin, un famoso empresario y dueño de varios hoteles alrededor del mundo, Allison...