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Estaba algo desesperado, llevaba unas semanas buscando un lugar en el que poder trabajar, pero en casi cada lugar que fui no hubo ninguna suerte, algunos me decían que no estaba calificado, otros estaban dispuestos a contratarme, pero los turnos eran demasiado largos y yo no tenía quien me ayudara a cuidar a Jiwoo, una hermana de su madre nos estaba ayudando con el dinero para la renta y la comida, pero siempre me reclamaba por no tener un trabajo, habíamos discutido bastante y me echaba siempre en cara el no haber tenido dinero ahorrado si había vivido en Estados Unidos y es que en ese lugar tampoco me iba muy bien, además compartía los gastos con tres compañeros de apartamento. No sabía qué es lo que iba a hacer, pero sabía que no podía dejar de intentar, casi no conocía a mi hermana y ahora que por fin convivía con ella, tenía que ser en estás circunstancias.

Jiwoo, ya se había ido a dormir, hacía una media hora que la había acostado, yo estaba frente a la pantalla de la PC buscando algunas ofertas de empleo, apliqué para un par y comencé a mirar algunas fotos que había publicado en mi cuenta de Instagram, eran de unos meses antes de que sucediera lo de nuestros padres, estaba con todos mis amigos, ese día habíamos ido a pasear a la playa en Los Ángeles, nos tomamos un par de días de descanso bien merecidos, habíamos incluso trabajado horas extra para conseguir que nos permitieran a todos tomarnos esos días libres, había una chica en la foto, en ese momento no tenía mucho que había entrado a trabajar con nosotros, pero desde el primer momento que la vi entrar por la puerta con su uniforme, me fascinó, era pequeña, tenía un rostro bastante tierno y el cabello teñido de morado, le lucía bastante bien, si tan solo hubiera sabido que esa sería la última vez que podría salir con ella, le hubiera pedido que saliéramos, después de ese viaje, la vi poco en el trabajo, sus horarios no coincidían con los míos y poco después fue transferida a otra sucursal, así que jamás supe de ella después de eso... Aunque, la chica que ayudó a Jiwoo, cuando la miré, me recordó a ella, tenía un leve parecido, pero fue suficiente para hacerme recordarla, pero sobre todo ella aceleró un poco más mis latidos, Chaeyoung tenía una sonrisa más bonita, esa pequeña forma que se marcaba en su mejilla era muy linda, no se en qué momento se me ocurrió pedirle su número, pero me sorprendió más cuando ella se adelantó e hizo lo mismo, sé que quizá eso de ayudarme con consejos, era una excusa, pero jamás se me hubiera ocurrido tan buena excusa para pedirlo yo, agradezco que lo haya hecho.

La puerta sonó bastante fuerte, fui lo más rápido que pude para evitar que hiciera más ruido y despertara a Jiwoo, miré quien estaba afuera y noté que era una de mis vecinas, abrí la puerta.

- Perdona, creo que golpeé la puerta muy fuerte - fue lo primero que dijo mientras agachaba la cabeza

- No te preocupes, no pasa nada, ¿Necesitas algo? -

- Yo... Solo quería invitarte a cenar algo, quiero decir, mi madre tuvo la idea, a ti y a tu hermana... - se notaba nerviosa

- Oh, muchas gracias, pero Jiwoo ya está dormida y... -

- ¡Puedes venir solo tú!... - me interrumpió casi gritando - digo, si quieres, sé que hoy no comiste nada, escuché cuando le dijiste a tu hermana que tú comerías más tarde, pero se que no es cierto - de nuevo agachó la cabeza y me sentí mal por negarme, era muy amable

- Muchas gracias, iré ver a Jiwoo y voy a cenar con ustedes -

- Excelente, le diré a mi madre que prepare la mesa - se fue con una sonrisa

Entré y me coloqué un suéter ligero, verifiqué que mi hermana siguiera dormida, la cubrí bien con una manta y salí de mi apartamento, mis vecinos estaban a unos 3 apartamentos de distancia, eran una familia de cuatro, el señor Shin, su esposa y sus dos hijas, una de ellas tenía más o menos mi edad, aunque era más grande y la otra era una chica de 14 años, desde que había llegado había creado una buena relación con el señor Shin, conversaba con él frecuentemente cuando salía a tirar la basura y muchas veces le ayudaba a su esposa a reparar algunas cosas cuando él estaba en el trabajo, la hija más pequeña se la pasaba molestando a su hermana diciéndole que ya estaba muy mayor y debía empezar a pensar en casarse, por supuesto la primera opción que le daba era yo, su hermana mayor simplemente se reía y sonrojaba, pero jamás contestaba nada ante las risas de todos los demás. Últimamente nos invitaban a comer con ellos, siempre lo hacían cuando Jiwoo estaba conmigo, pocas veces podía negarme, también conocían toda la situación por la que pasábamos, y sabía que querían ayudarnos, solo que me costaba a veces recibir su ayuda, no quería molestarlos.

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