Siempre (Omegaverse)

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La muerte es algo que siempre ha inquietado y preocupado al hombre desde la antigüedad.
Existe una multitud de creencias al respecto, a través de las cuáles se ha pretendido dar sentido a nuestra existencia, como a la inevitabilidad del propio fallecimiento.

Muchas personas consideran este tema como algo tabú o desagradable de comentar, pero a pesar de ello es un tema recurrente para canciones, poemas, filosofía e historia.

Ash Lynx era un Alfa difícil de matar, la propia muerte lo había perdonado más de una vez, quizá por lástima de ver todo lo que sufría un Alfa siendo dominado por otro como si fuera un Omega, si tantas veces ignoró darle fin a la vida de ese rubio esta no sería la excepción.
Su mente pensaba en dos opciones: la primera, era correr al aeropuerto así sea lo último que haga, y la segunda, dejarse morir en esa biblioteca.

Era tentadora la última, así dejaría de estar sufriendo tanto, encontraría la paz que necesitaba y podría no causarle más problemas a Eiji, incluso ponerlo más en peligro.

Un momento.....

Eiji....

Ese nombre era su esperanza y su única razón de vivir.

No iba a dejar que su felicidad acabara en último lugar como siempre, merecía una vida normal que le prometió ese japonés si iba a su país natal, ¿se puede permitir ser egoísta, al menos esta vez?

Sus dígitos apretaron más su herida en un intento de detener el sangrado que caía por su vientre, caminó lo más rápido posible con la bibliotecaria, en busca de ayuda, sus oídos se le estaban tapando y de a poco su conciencia se estaba yendo.
Al tocarle el hombro a la mujer sus piernas se desplomaron, como si por fin sintiera que estaba a salvo, de ahí solo ha tenido recuerdos de solo unos pocos instantes, la bibliotecaria pidiendo ayuda, de como lo llevaban a la camilla a la ambulancia y como los doctores le aplicaban la anestesia para someterlo a una cirugía.

—Hermano, tienes una llamada de Ibe-san— la pelinegra le da con alegría el dispositivo en la mano.

—¿Si?—