BUNNYBOY

26 | Chico Malo

"Hola cariño, estoy en casa" Yoongi arrastro sus palabras con su voz profunda, manos metidas en los bolcillos de su pantalón de mezclilla de cintura baja, al acercarse a su novio Jimin, quien estaba encorvado en el sillón, una manta cálida para cubrir sus piernas. Estaba bastante frio afuera y todo lo que Yoongi necesitaba era unos abrazos y un té caliente para reanimar su cuerpo.

"¿Dónde has estado?" el tono del otro chico era serio, sus ojos fijados en la pantalla de la televisión, sin dar importancia a Yoongi quien lentamente se acercaba para sentarse al lado de su enojado novio.

"¿Qué pasa, cariño? ¿Estas molesto?" el otro chico ignoro la pregunta de su compañero y en lugar de eso le dio un pequeño beso en la mejilla a lo cual este ultimo pareció no apreciar; de hecho empujó a Yoongi, dejándolo  estupefacto.

"¡Oye! ¿Qué es lo que hice!!?" el chico de cabello platinado gritó, sintiendo que sus mejillas ardían.

"No dormiste aquí anoche y luego regresas en la mañana como si nada" Jimin respondió  fríamente, aun sin prestar atención a Yoongi, quien levanto una ceja y luego habló.

"¿Disculpa? Salí a tomar, te lo dije. Creí que no te importaba", el replicó, gesticulando mientras decía estas palabras. Justo entonces Jimin finalmente se volteo: Se veía como si estuviera a punto de darle una paliza a Yoongi.

"¿Enserio? ¿Y qué hiciste después, uh?" chasqueó su lengua y luego sacudió su cabeza, sus facciones perfectas corrompidas por una mirada de indignación.

"Me cuesta creer que todo lo que hiciste fue beber toda la noche, ¿sabes?" luego incluyo, su voz haciéndose más baja, su tono provocativo. Esforzándose por obtener una reacción de Yoongi, cualquier reacción para poderle aclarar esa situación.

Su novio estaba siendo muy sospechoso últimamente.

Bueno, siempre había sido del tipo en el que uno no debería confiar completamente, pero eso era parte de su encanto ahora, ¿o no? El genial, chico malo que te llevará a cenar un minuto y luego cogerte despiadadamente en el siguiente... básicamente el paquete completo en la mente de Jimin. Pero dicho paquete venia con fallas y algunas de ellas eran más insoportables que otras.

No le importaba mucho el comportamiento grosero de Yoongi y modales rudos, por ejemplo, aunque lo que no podía soportar era la infidelidad. Era la me mayor alerta roja que siempre buscaba cuando salía con un chico nuevo y quería mantenerse alejado de eso a toda costa... probablemente ya que el tampoco era un novio tan leal, quería ese tipo de seguridad.

Desafortunadamente Yoongi tenia fama de ser mujeriego, y uno muy bueno en ello. Podía jugar con tu corazón, hacerte creer que eras todo de él y luego ¡BAM! dejarte por alguien más así de fácil. Digo, si le pasó a alguien tan popular y bonito como Jungkook, lo más probable era que fuera el siguiente en la lista de Yoongi de corazones por romper. Así que no era sorpresa que sea tan cuidadoso hasta con lo más insignificante que su novio hacia.

"Mira Jimin, cariño... lo siento. Debí escribirte o decirte que no pasaría la noche en tu casa pero estaba realmente borracho y no quería hacerte preocupar..." Yoongi explicó, frunciendo sus labios en un puchero, con la esperanza de que Jimin se derrita por la ternura. Pero el otro chico no estaba cayendo, en cambio, cruzo los brazos y se negó a decir una palabra.

"¿Ahora qué? ¿Me estas poniendo al hielo? Ugh, eres un bebe" el mayor gruño, tomando a Jimin por el hombro para así forzarlo a verle a los ojos. Un momento más tarde lo estaba besando, primero lentamente luego más frenéticamente haciéndolo jadear por aire.

"¡Quítate de mi encima!" el más joven gritó, retorciéndose para que Yoongi lo deje ir, usando toda la fuerza que tenía para liberarse de su agarre; pero estaba hundiendo sus uñas en la piel de Jimin y la expresión en su rostro era aterradora, aun más que cuando intentó besarlo nuevamente, Jimin le mordió el labio hasta que le sangró y luego saltó del sofá con la agilidad de un gato huyendo, antes de tomar un jarrón de mármol de la mesa cercana y amenazar con arrojárselo a Yoongi.

"Da un solo paso hacia mí te reto" Jimin gruño sus dientes y le siseó, sus ojos vidriosos y rojos.

"Vamos Jimin-ah solo quiero besarte" Yoongi habló, perezosamente levantándose de su asiento acercándose al otro chico quien estaba firme e inmóvil como un bloque de piedra.

"¿Por qué me estas lastimando?" Jimin entonces le dijo en una voz estrangulada, una sola lagrima corriendo por su mejilla, su mirada penetrando la de Yoongi.

"Nene no te estoy lastimando... ven-" el mayor habló pero fue interrumpido por los gritos de Jimin. 

"Sal de mi casa. ¡AHORA!" gritó, peligrosamente levantado el jarrón en el aire.

"De acuerdo. Esta bien. Me iré" Yoongi fue rápido al responder, lamiendo la sangre de sus labios y saliendo con la cabeza gacha, como un perro apaleado.

El corazón de Jimin estaba acelerado, sus ojos llenos de lagrimas mientras un grito ahogado escapó de su boca una vez que Yoongi finalmente se fue. Poniendo el jarrón de vuelta en su lugar, de repente cayó en cuenta de algo que lo sacudió hasta la médula.

"¿Perdí a mi precioso Tae por...él?"