She's A Killer | Frey Stein(reescribiendo)

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Terapia /Therapie

Narrador omnisciente

Vidrios rotos se encontraban en todo el piso del despacho de Mayne stein, Aquel hombre se encontraba con su pequeña hija Aisa consolándola, Aquella niña había sufrido un leve ataque.

—Como te sientes?.—

—Bien.—Mayne alzó una ceja dándole a entender que no le creía,— Aisa suspiró y dijo;—La verdad es que no se, no conozco mis emociones, no se que siento, y eso es estupido, ¿como voy a mejorar?¿como lo voy a superar? Si ni siquiera se que siento, no me conozco, no se quien soy.

Mayne observaba cada indicio que generaba Aisa, desde el movimiento de su pierna contra la silla,viajando por su mirada ansiosa hasta sus temblores manitos.

Mayne intentó un gesto de hablar pero
Aisa lo detuvo ;— Estoy sumamente cansada, deseó olvidar todo, solo quiero ser normal, ¿es mucho pedir? O acaso ¿no me lo merezco?

El de heterocromia no sabía que más agregar ya lo había intentando todo pero ella no mejoraba, la pequeña sollozo ganándole su dolor y frustraciones.

—Quiero olvidar los gritos de mi hermana pidiéndole a mi padre que parara, las peleas de mis padres, quiero quitarme todo esa sangre que derrame.

Se limpió con rudeza esas lágrimas que se le fugaron, su mirada se centró en un jarrón de agua que se encontraba en la mesa del despacho de su padre, le recordó como su madre siempre que ella hacía algo mal, la hacía ir por agua a un pequeño arroyo, en el frío invierno de Alemania, descalza.
Como odiaba que todo eso hubiera pasado si ella no existiera las cosas serían distintas.
A su mente vuelvo  lo último que su padre le dijo antes de fallecer "eres igual que yo, aunque no lo quieras eres mi sangre y siempre lastimar a tus seres queridos así como hiciste con nosotros.

—No soy igual a él, No soy igual a él. —Aisa empezó a repetir esa palabra, mientras lloraba desconsoladamente, mayne ya sabía lo que venía un ataque de pánico, La pequeña se agarró el pelo con rudeza, mientras repetía lo mismo.

Aisa no sabía que hacer su mente divagaba a él preciso momento en el que mato a sus padre, aunque quisiera sentirse mal no lo hacía, eso la frustraba peor ella era un asco, una enferma, un mounstros.

El hombre la todo de la mano, ese gesto fue la gota del vaso la mente de Aisa colapso, s
Mayne se acercó sigilosamente a ella,
Sus pupilas se dilataron así soltando a esa pequeña fierecilla que trató de olvidar, su pequeña mano apretó la de Mayne, un gesto de dolor mostró la cara del hombre, la pequeña tenia mucha fuerza, el dolor cada vez se le hizo más insoportable observó que Aisa le estaba partiendo la mano.

El sabía que eso podía pasar, ella en esta fechas no quiere saber nada de nadie.

— ¡ Déjame en paz ! ¡ Te odio, te odio! — Aisa grito dejando a Mayne descolocado, la pequeña estaba totalmente Jodida.

La pequeña soltó a Mayne y empezó a llorar, soltaba gritos descarnadores mientras se golpeaba frenéticamente la cabeza, era mucho decir pero realmente estaba cansada.

Mayne no dijo nada era mejor que ella misma se calmara.

La pequeña se acercó a la mesa del despacho, tomó el jarrón de la mesa con odio, lo tomó y con sus pequeñas manos lo rompió, sus manos quedaron llenas de heridas.

Aisa se sentó en el suelo con sus manos lastimadas dejando de llorar.

La puerta del despacho se abrió, Mila se encontró a su esposo Mayne mirando fijamente a su pequeña hija, mientras la pequeña estaba en el suelo llena de sangre.

Se acercó rápidamente y la abrazó.
— Tranquila mi niña.
Tomo la cara de su hija, le seco las lágrimas mientras le susurraba palabras de aliento.

—Mayne trae el botiquín.
El nombrado asintió.

Nota:
Hola!! JAJA se que estuve bastante desaparecida ( demasiado diría yo), la verdad es que no tengo ánimos de escribir y también quiero editar todos mis libros ya que los escribí cuando tenía 13 años, rectificándolos necesitan bastante trabajo, pero eso no quita el hecho que un día de estos me voy a sentar juiciosa a organizarlos.
- con amor Sara