Prólogo

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Suspiré, y a continuación seguía tarareando aquella nana que tanto escuché, mientras miraba la oscuridad, acompañada por las estrellas y luna desde mi balcón, apenas llegando a la barandilla por mi altura.

Sorpresa fue la mia al escuchar una voz femenina acompañar mi canto. Vi a mi madre asomarse delicadamente por la puerta, mirándome con una sonrisa piadosa mientras yo trataba de secar mis lágrimas.

Ella se acercaba a mí con paso tranquilo, llegando y sentándose a mi lado para acompañarme junto a la luna.

Porque lloras, mi niña?

Preguntó ella con calma, mientras me tenía entre sus brazos y limpiaba mi rostro con su mano.

P-porque a papá no le importa! No le importa que Lily se haya ido! Ella ha muerto y no le importa!

Respondí mientras volvía a llorar, tartamudeando en el intento. Esa misma mañana mi perrita había fallecido, y yo había estado llorando todo el día. Al llegar la hora de la cena, mientras trataba de retener las lágrimas, mi padre me gritó y yo salí corriendo, aún no podía afrontarlo.

Mi madre lo sabía perfectamente, sabía leerme con tan solo ver mis ojos, y sabía consolarme con solo escucharme, me acariciaba el cabello, apacigüando mi llanto casi al instante.

Zoe, sabes bien como es tu padre, no soporta verte llorar. . .

Dijo con aquella voz delicada y un aura de paz inmenso que rodeaba a ambas

Lo que no soporta es a mí! Y por su culpa Lily se ha ido!

Respondí de inmediato, aferrándome al pecho de mi madre y escuchando sus latidos

Estas fría. . .tu también te irás?

Pregunté en un tono melancólico, junto a un leve sollozo. Aunque trataban de ocultarlo, había notando a mi madre mucho más débil en las últimas semanas, y temía que su hora llegara pronto

Mi niña. . .mi pequeña valiente. . .

Susurró mientras me miraba a la cara, alejándose de aquel cálido y frío abrazo, mientras acariciaba mi rostro en el proceso

La vida es piadosa con todos querida, pero algunos reciben su castigo. . .

Dijo ella melancolica, mientras miraba a las estrellas, tomándose una pausa

El castigo de la muerte es inevitable, pero no siempre es malo. . .

–Si que lo es! Te quita a tus seres queridos!

Respondí yo al instante, aún afectada por la perdida de mi mascota

Cierto mi niña, pero aveces es mejor para aquellos que sufren. . .

Dijo ella, con su voz tranquila y señaló a las estrellas con su mano izquierda, mientras acariciaba mi dorado y largo cabello con la derecha.

Una vez escuché que cada estrella es un alma, alguien que dio su vida y fue al cielo. . .

Añadió, con una plácida sonrisa, pero aún con aquel suave aire de melancolía que nos rodeaba a ambas

Y cual de ellas es Lily?

Pregunté curiosa y con cierta insistencia mientras miraba todas las estrellas, como un niño buscando su puesto o juguete favorito en una feria de verano. Mi madre simplementé soltó una suave risa y tomó mi diminuta mano, para después alzarla y señalar una estrella en concreto que brillaba poco más que el resto, y acompañado de unas palabras de mi madre, sentí como la paz reinaba en mi mente, y junto a la dulce voz de mi madre, logré cerrar los ojos y dormir, escuchando en el proceso unas dulces palabras que pude reconocer como "feliz cumpleaños".

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