Capítulo 4

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Harry no despertó de la mejor manera posible.

En realidad, llevaba una semana despertando de una manera que en sus propias palabras podía definirse como tortura medieval. Agua en la cara, todas las mañanas, cortesía de Louis... o algo así.

Verán, su primer día de clases fue genial, hasta que llegó la audición para el equipo de fútbol. Puede ser que le pidieran patear un balón y él terminara pateando la zona baja de uno de sus compañeros de equipo, obviamente no apropósito. También puede ser que por los nervios haya dicho algo como que en realidad sí le pegó a la bola(s), lo cual hey, era un chiste ingenioso pero que estuvo a punto de meterlo en una pelea.

Al regresar a casa su conejito le dijo de la manera más tierna posible que era un asco para el fútbol. Lo cual era tristemente cierto, algo que hirió un poco su orgullo pero que también le hizo aceptar la ayuda de Louis, el mismo bobo que dijo levantarse temprano le ayudaría a esforzarse al máximo.

Levantarse temprano, por Dios, ¿quién puede tener motivación cuando se está cayendo de sueño? Puras mentiras.

Desde el primer día Harry ignoró la alarma, y los llamados de Louis, y todo intento por hacer que despertara. Tenía el sueño pesado, no era su culpa. Entonces un día simplemente por molestar le dijo a su compañero que quizás la forma de hacerlo reaccionar era con algo más sorpresivo, como un beso.

Estaba semidormido, no pueden juzgarlo. En el transcurso del día trató de cambiar la alegoría con algo como que la sorpresa ayuda al organismo a estar más atento, algo así. Eso el conejito pareció comprenderlo a la perfección porque ahora lo despertaba arrastrándolo al suelo y bañándolo con una cubeta de agua helada.

"Harry se nos hace tarde" le dijo observándolo con gracia desde la cama "Todavía tienes que hacer el almuerzo, recuerda que esta vez fuí yo quien hizo el desayuno"

Habían logrado encajar en una dinámica alegre sobre las tareas del hogar, dividiendo pendientes y organizando sus tiempos, siendo muy buenos compañeros. Excepto cuando está tratando de no morirse de frío por las ocurrencias del híbrido, en esos momentos quiere matarlo. 

Después de 30 minutos, gracias a Louis diciéndole cada poco tempo que se les hacía tarde, lograron salir de casa.

La dinámica para entrenar era sencilla "Bien Harry, ¿estás listo?"

"No, no en realidad"

"Tranquilo, ya llevas casi una semana haciéndolo, para este punto será pan comido" era increíble, 8 días con Louis, viviendo juntos y teniendo maratones de concursos de cocina donde a veces alguno se quedaba dormido en el sillón y el otro lo llevaba a su respectivo cuarto. Todo siendo raro, rápido y adorable.

¿Cómo tienen tanta familiaridad entre ellos si siguen siendo simples extraños?

"Louis, ¿estás seguro de que-?"

"Sí. Además me ayudas a mí, es algo en equipo, mutuo. ¿No crées que eso es genial?"

"Pero-"

"Sin comentarios, ahora cuenta hasta 5 y trata de atraparme. Oh, y recuerda que hoy apostamos el decidir que ver en televisión, ¿listo?"

"Bien, lo que digas" empezó a contar en su mente, respirando profundo y convenciendo a su mente de que podrían hacer esto.

1... El ejercicio era sencillo. 2... Harry se quedaría en la puerta. 3... Mientras Louis se quedaba a unos pasos atrás. 4... Para después salir disparado en su forma conejo. 5... Dónde Harry lo tendrían que atrapar. 

Inmediatamente después de su contéo salió cruzando debajo de sus piernas un conejo blanco con las patitas grises. Si pensaba que Louis era rápido en la chanca, de ésta forma se sentía como si fuera un auto de carreras.

Malditos Conejos 🐇 LarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora