— hola Maggie! — logro escuchar al otro lado del pasillo —¿Acostumbrandote a la escuela? — como era de esperarse, era James el que me había saludado, habíamos estudiado juntos la secundaria, pero cuando pasamos a preparatoria, el escogió una diferente a la mía, sin embargo por obra del destino, para segundo año me cambié a la suya.
Como el ya conocía a todos desde hace dos semestres, fue mi guía el primer día de escuela, es decir, hoy.
—Jajaja, que gracioso James, pero, estas en lo cierto, la verdad es que estoy un poco nerviosa ya que no conozco a nadie, pero espero que todo salga bien— le respondí mientras buscaba con la mirada el edificio correspondiente a mi aula. —Ya verás que sí, de todas formas, te veré en inglés a las 9:00, so don't worry, jaja —me dijo mientras avanzaba hacia su salón, ah, como extrañaba a este niño, y es que siempre le digo niño, porque de niño no tiene nada, alto,fuerte,rubio y ojos cafés, que más se podía pedir? Parecía perfecto, pero no todo lo que brilla es oro diría mi madre, James sabia lo que tenía y por eso no se perdía de fiesta alguna, tremendo coqueto y loco por sus esteroides, vaya lastima de hombre.
Como pude, llegué a mi aula, y sabia que era la correcta puesto que revise antes la lista que es encontraba pegada a la puerta y ahí estaba mi nombre, justo a la mitad de la lista con el numero 16- Rosse Maggie Smith Salamon.- creo que ha quedado claro que no me gusta mi segundo nombre "Rosse", no se en que estaban pensando mis padres, tal vez en pongamosle como la bisabuela loca de familia en su honor, nonono que locura, pero aun así amo a mis padres.
Noté que la puerta estaba abierta, así que decidí entrar, y me di cuenta de que la mitad de mis nuevos compañeros ya se encontraban presentes.
