Al llegar el maestro, todos guardaron silencio esperando que pasara asistencia; acto seguido nos saludó.
—¿Que tal muchachos?.
—¿Que tal maestro Maslow? ¿nos extrañó?
—¡Por su puesto que..no! ¿Quien va extrañar a una bola de adolescentes quejumbrosos?
Claramente se trataba de una broma, ya que todos se empezaron a reír, en ese momento me di cuenta de que era uno de los maestros preferidos del grupo.
—A ver... Paso asistencia.
Fue nombrando a cada compañero empezando por su primer apellido, y mientras lo hacia, trataba de identificarlos con la mirada. Al llegar a mi apellido respondí con un "presente" y claramente todos se dieron cuanta de que era nueva en la escuela, así que me presenté y explique porque me había cambiado de escuela.
La clase comenzó y tocaron a la puerta, supuse que se trataba de la directora para dar la bienvenida o algo semejante, pero, nunca imaginé que sería un compañero más al cual faltaba conocer. El maestro abrió la puerta y dejó pasar al alumno.
—Señor Bronco, vaya manera de iniciar el semestre, ultima vez que sucede— le dijo el maestro al alumno que acababa de sentarse del otro lado del aula.
Por como lo trataron los demás me di cuenta de que su popularidad no era tan relevante como la del guapo y atractivo joven que tenia a mi lado, fuerte estatura de aproximadamente 1.87 metros, ojos verdes, castaño y salvajes rizos asomaban su cabellera, por lo que tengo entendido su nombre era Eddy.
Terminada la clase, decidí interactuar y entablar una conversación con las personas que tenia a mi alrededor, cabe aclarar que estaba sentada del lado sureste del salón, como podrán notar soy muy tímida al principio pero una vez ganada la confianza soy mucho mas cercana a las personas.