Dinamita [Kiribaku]

Roto

(No colapsen por favor xD Nunca pensé que seguiría este fanfic, pero bueno, poco a poco... Why not~ gracias a los que siguen por aquí)

Los días de verano continuaron pasando. Kirishima amaba ese clima, el calor húmedo que se convertía en noches de tormenta lo relajaba.

Podía ver las gotas de lluvia recorrer el cristal de su ventana como si de una competición se tratara. Era placentero verlo.

Por desgracia, las vacaciones acabaron. Aunque había pasado gran parte del verano estudiando, había logrado una calificación aceptable que le permitiría pasar de curso con sus compañeros. Nada le hacía más feliz que saber que estaría un año más con ellos.

Aunque el tiempo había pasado, había una cosa que seguía estando igual. Sus sentimientos por Bakugo no habían hecho más que aumentar. Podía sonar osado, pero lo quería. Tenía claro que no era la amistad que podía tener con Sero o Denki. Cada vez que veía a su amigo su corazón latía fuerte e incluso a veces se le trababan las palabras al hablar. Amaba quedarse a solas con Bakugo, pero también eso le ponía nervioso.

Era estúpido tal vez sentirse así, al fin y al cabo, jamás iba a corresponderlo. No había hablado de temas como el amor con Katsuki, pero sabía que no le interesaba. Menos con un chico.

-Le daría asco...-susurró Kiri hundiendo su rostro entre sus fuertes rodillas. El miedo al rechazo lo atormentaba. Miedo a ver en el rostro de su amigo una mueca de asco, a oír palabras crueles de su boca.

"No te acerques a mi" "no me toques" "¿eres un marica?

Seguro que es lo único que recibiría.

A la carrera de las gotas de agua, acabaron uniéndose unas lágrimas silenciosas que hacían su recorrido por las mejillas del pelirrojo.

"Se me pasará... Se me tiene que pasar... ¿Verdad? No puedo amarlo por siempre"

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-¡Bueeenos días!-gritó Mina abriendo la puerta de forma brusca.- ¡Estamos todos juntos de nuevoooo!-gritó antes de ir saludando a todos y cada uno de los de la clase A. Salvo a mineta, que lo saludó con distancia, todos acabaron llenos de abrazos.

-¡No me toques, ojos de alien!-dijo Bakugo intentando apartarla.

-Bakugooo~ si es que te eché de menos hasta a ti.-dijo ella riendo y dejando que el chico le pusiera la mano en la cara para apartarla.

-Yo a ti no. Fuera de aquí, extra.-dijo caminando a su sitio de siempre.

Kirishima sonrió al verla. Eran amigos desde la primaria, la verdad Mina siempre lo ayudó con sus problemas de autoestima. Pero nunca le contó lo de Bakugo.

-¡Kiiiiriiii!-lloriqueó la muchacha abrazándose a él.

Kirishima río y la abrazó, levantándola del suelo y dejando que se colgara de él.

-Estas muy guapo, ¿Te ha crecido el pelo? Deberías volver a llevarlo hacia abajo, la gomina te hace ver menos lindo y más salvaje. Como a éste.-dijo señalando a Bakugo

-¿¡Ahh!?-se quejó Katsuki haciendo pequeñas explosiones con sus manos.

-Está bien, no lo enfades más.-dijo Kiri sin soltarla, dejando que ella le tocara los mechones que parecían cuernitos.

Bakugo los miró unos instantes antes de volver a poner atención a sus cuadernos.

-¿Pasaste buen verano?-dijo la rosita.- me alegro de que aprobaras todo, se que te has estado esforzando.

-Bueno, tuve ayuda.-dijo sonriendo con un leve sonrojo.

-¿Un profe particular?-dijo sorprendida.