01. ocean eyes

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CAPÍTULO UNO
ojos oceánicos

Mi pierna subía de arriba a abajo con impaciencia, el viento fresco del 1° de octubre se estampaba con mi rostro mientras mi madre conducía el auto hacia mi nueva preparatoria. En la radio sonaba "my blood - Ellie Goulding", mi mamá estampaba sus dedos con el volante en sintonía con la calmada música, según ella la colocó para relajarme, pero no podía hacerlo por más que quisiera.

—¿Sigues nerviosa? —preguntó curiosa mientras me daba una rápida mirada, pero tan pronto como pudo volvió su vista al frente.

—Un poco —confesé en un murmuro volviendo mi vista a la ventana y aspirando el aroma fresco de la mañana.

—No te preocupes, estarás bien. Solo es tu primer día.

Debo destacar que no he llegado el primer día de clases de los demás, pues con la mudanza tuve bastante tiempo sin ir a la preparatoria, por lo que sentía pena de ir muy atrasada.

Sí, tiene razón, solo el primer día... Eso no me consolaba en lo absoluto.

Largos y largos minutos de trayecto, según mi mamá fueron solo diez, pero yo los sentí como si hubieran sido horas, mis nervios me jugaban una mala pasada y eso me hacía sentir más tonta de lo usual.

—Buena suerte —me dijo mi madre mostrándome su aperlada dentadura, pronto imite su sonrisa.

—Gracias.

Abrí la puerta y ahora sí, el frío estampó en mi rostro y todo mi cuerpo, a pesar de las medias que llevaba bajo mi falda y el saco que llevaba encima del uniforme, aún así podía sentirlo. La preparatoria era grande, me dirigí a la recepción donde me entregaron mis libros, mi número de casillero, contraseña y horario.

Acarreé todos hasta mi casillero, dejé ahí todos menos los de las primeras dos horas que coloqué en mi mochila y pronto me dirigí al aula.

Estaba impecable, no había nadie ahí todavía, por lo que pude sentarme libremente en el último asiento de la última fila, miré la hora en mi celular dándome cuenta como fue que faltaban alrededor de 10 minutos para la primera clase. Me coloqué los audífonos y dejé una canción en aleatorio colocarse, comenzando a sonar "girls - girl in red".

Aún seguía notablemente nerviosa, y mis nervios incrementaron cuando observé a alguien adentrarse al aula, no pareció percatarse de mi presencia. Aquella persona dejó una mochila sobre el escritorio y pronto se sentó en él, encontrándose finalmente con mi mirada.

Aparté aquella con algo de pena, ni siquiera le había visto bien.

—¿Clemence Amat? —preguntó, su gruesa voz resonó por toda el aula.

Quité mi audífono de mi oído y lo miré —¿Sí?

Entonces el hombre se paró hasta dirigirse a mi lugar, ahí mismo lo observé, era de una muy alta estatura, su cabello negro peinado aún lograba verse algo despeinado, pero después de todo, muy bonito, sus ojos eran de un profundo color azul, un azul tan bello, como el mar, él tenía unos ojos océanicos. Sus labios eran gruesos y rosados, su piel tan pálida como una hoja de papel y vestía un traje negro. Él... Él realmente era muy guapo, no podía describirlo con palabras, no me alcanzaban.

Oh, teacher. [A.B]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora